Por fin, todo apunta a que esta misma semana quedará subsanado el último trámite que impedía el inicio de las obras de soterramiento de la línea de alta tensión que sobrevuela los terrenos sobre los que debería implantarse el hospital público de Lucena –o la infraestructura sanitaria que lo sustituya–. Así lo indicó esta mañana el concejal de Obras y Servicios Operativos, Javier Pineda, que ha explicado que la semana pasada Endesa envió al Ayuntamiento de Lucena la addenda al convenio firmado en el pasado mes de abril y, "si los servicios jurídicos dan su visto bueno, se procederá a la firma de la misma por el alcalde y darán comienzo las obras".
Según Pineda, la addenda incorpora "unos hitos de pago que inicialmente no figuraban en el mismo", y no supone un incremento de las cantidades pactadas para la ejecución de los trabajos.
El edil lucentino ha indicado que tanto Endesa, propietaria de la línea, como Elecnor Servicios y Proyectos, S.A.U., empresa adjudicataria del contrato, y Satel (Servicios Auxiliares de Telecomunicación SA), que redactó el proyecto y ostenta la dirección de obra, han adquirido el compromiso de que "tan pronto como está la firma se pongan en marcha las obras"
Todo hace pensar que el traído y llevado soterramiento de la línea de alta tensión comenzará justo un año después de la firma del acta de replanteo de las obras y casi seis años después de que el pleno aprobara el protocolo entre el Ayuntamiento y el SAS, por el que el consistorio asumía, entre otras cuestiones, la obligación de financiar este desplazamiento de la línea de alta tensión, como condición previa a la licitación de las obras de un hospital de alta resolución de incierto futuro a estas alturas de la película.
Tras distintos avatares, el coste de los trabajos, que se prolongarán por espacio de tres meses, se ha establecido en 772.845 euros. A ello hay que sumar los 53.482 euros de la redacción del proyecto y dirección de obra, lo que sitúa el coste de esta actuación por encima de los 826.000 euros.
