El ayuntamiento está estudiando la declaración de un expediente de ruina para el inmueble afectado por un socavón en la calle Trasmatadero, de Lucena. Así lo ha afirmado hoy la concejala de Servicios Operativos, Mamen Beato, que ha señalado que ahora deberán ser los técnicos los que determinen las causas concretas del desplome que ha sufrido una parte del suelo de esta vivienda y si las mismas son imputables al Ayuntamiento o a defectos estructurales del edificio, que hayan podido verse acrecentados por la rotura de una tubería de saneamiento debido a la naturaleza del terreno sobre el que se asienta esta plaza, procedente de relleno. En este sentido, Beato ha apuntado a la posibilidad de que la vivienda, construida hace unos cincuenta años, pudiese carecer de cimientos, por lo que "se solicitarán informes para saber si el ayuntamiento es responsable".
Beato ha indicado que desde el ayuntamiento "se ha estado trabajando desde el minuto uno, a finales de agosto, cuando conocimos el caso". Según la edil lucentina, los técnicos de la delegación visitaron la zona e informaron del hundimiento del acerado, contratando un estudio geotécnico que determinó la existencia de una rotura de la red de saneamiento en la mediana entre las casas 21 y 23 de la calle.
Mamen Beato ha señalado que "entre tanto, se sellaron los imbornales con asfalto para evitar nuevos aportes de agua, y una vez que se constató que el firme seguía hundiéndose se decretó la ejecución de una obra de emergencia", que actualmente está ejecutando la empresa Acedo Hermanos y que no cuenta con un presupuesto definido, toda vez que se desconoce el alcance de la intervención, "muy delicada por las características del terreno", según apunto Beato.La concejala ha indicado que la intervención consistirá en la renovación integral del saneamiento de toda la calle y la inyección de mortero para que sea más resistente y esta situación no se repita en el futuro.
Entre tanto, esta misma mañana un camión de una empresa de limpieza ha quedado atrapado en la calzada tras ceder el asfalto, justo en la calle opuesta a la que actualmente se realizan las obras, lo que parece apuntar a un problema generalizado y contribuye a incrementar la incertidumbre del vecindario.