El pleno del ayuntamiento de Lucena ha dado luz verde a una modificación de crédito por valor de 595.885 euros que permitirá hacer frente al justiprecio establecido por la Comisión Provincial de Valoración para la expropiación forzosa del edificio popularmente conocido como "La Tercia", un inmueble de tres plantas, baja más dos, con una superficie de 800 metros cuadrados, situado en el céntrico paseo del Coso y que para algunos historiadores pudo albergar en el medievo la antigua escuela talmúdica de Lucena, opinión que otros consideran aventurada, habida cuenta de que la zona se encontró en su momento extramuros de la ciudad judía.
La modificación de crédito aprobada pretende evitar que la cantidad estipulada por la Comisión Provincial siga aumentando con intereses de demora, si bien, el acuerdo de dicha entidad ha sido recurrido por los propietarios que instaron en su día la expropiación, que consideran que el importe fijado es inferior al valor real del inmueble, que cifran en más de 800.000 euros, frente a los apenas 200.000 euros que ofreció en su día el Ayuntamiento.
La compra de este edificio es la segunda de sus características a la que se ve obligado el ayuntamiento, tras la de las antiguas Bodegas Víbora, otro inmueble que gozaba de la máxima protección en el PGOU vigente y que dicho documento obligaba al consistorio a obtener mediante expropiación y a destinar a usos culturales o sociales. No obstante, podría no ser la última, ya que los propietarios de otra casa, esta ubicada en la calle Condesa Carmen Pizarro, y considerada por el plan urbanístico como salida natural al inmueble que adquirirá en el Coso, al que da continuidad, también podrían solicitar la expropiación.
El edificio de La Tercia tuvo durante dos siglos un uso de almacén de grano, como aún atestiguan algunos de los elementos que conectan sus distintas plantas. Actualmente se encuentra integrado en una vivienda, de la que deberá ser segregado, obteniendo salida a la calle mediante la compra de parte de una cochera, ajena al edificio. De planta basilical, sus características permiten ubicarlo en el estilo barroco tardío, y pudo ser edificado en su estructura actual en la primera mitad del siglo XVIII. La tercia tiene planta rectangular, dividiéndose en tres naves, separadas por gruesos pilares rectangulares con esquinas achaflanadas y cubiertas por bóvedas de arista. El acceso se hace a través de una portada de piedra de arco de medio punto ante la cual hay un cuerpo, de longitud similar a un tramo de la nave, y del que arrancaban las rampas del patio por las que accedía el ganado. La primera planta fue dañada en la Guerra Civil, siendo reconstruida posteriormente, perdiéndose entonces el acceso para los animales de carga.
El inmueble goza de protección integral, por lo que el ayuntamiento no solo viene obligado a comprarlo, sino también a mantenerlo, sin que por el momento se vislumbre uso alguno para el mismo, después de que el consistorio haya rehabilitado en los últimos años los palacetes de los Condes de Hust como biblioteca, y de los Condes de Santa Ana, antiguo juzgado y hoy Centro de Interpretación de la Ciudad, y, más recientemente, la Casa de los Mora, un antiguo convento dominico que se usó tras su desamortización como bodega y cuyo plan funcional sigue separando a los distintos grupos políticos municipales.