La Comunidad Franciscana de Lucena pide ayuda para la restauración del claustro bajo de su convento debido a su alarmante deterioro

Se han detectado filtraciones de agua que están provocando el progresivo abombamiento del suelo y de los muros y algunos desprendimientos. Los trabajos están presupuestados en más de 80.000 euros de los que la comunidad no dispone

03 de Octubre de 2024
El Padre Antonio y Jesús Ramírez ante uno de los muros del claustro.
El Padre Antonio y Jesús Ramírez ante uno de los muros del claustro.

La Comunidad Franciscana de Lucena ha lanzado una petición de ayuda económica para la restauración del claustro bajo de su convento, un lugar emblemático de la ciudad que se encuentra en un estado alarmante de deterioro. Según explicó el Padre Antonio Herrera, la intención inicial era la de proceder a una sencilla intervención para reafirmar el zócalo, pero se ha ido complicando al descubrirse daños más profundos. "Lo que inicialmente iba a ser la reparación puntual del zócalo, se ha convertido en algo mucho más complejo", comenta el Padre Herrera. Al llegar los técnicos, identificaron que el problema podría estar en el subsuelo, con filtraciones de agua que han provocado el abombamiento del pavimento y la rotura de las losas. Además, la demora en acometer las obras ha deparado en los últimos meses el progresivo desplome de parte del recubrimiento de los muros, dejando a la vista el tapial original y poniendo en riesgo los murales de azulejos con escenas franciscanas que los cubren. Así, parte de las paredes se ha retirado por motivos de seguridad, pero otras áreas siguen en riesgo de colapso, "lo que representa un peligro para quienes visitan el convento”, añadió el padre guardián, que añade que, ante esta situación “los técnicos han recomendado no arreglar el zócalo sin primero atender las filtraciones". 

 

UN PRESUPUESTO NOTABLE

El coste de la intervención asciende a más de 80.000 euros, de los cuales ya se han recaudado alrededor de 20.000 a través de donaciones particulares. La comunidad ha solicitado ayuda a diversas instituciones, incluidas la alcaldía de Lucena y la Diputación Provincial. "La alcaldía está dispuesta a colaborar, pero sabemos que no es fácil, porque es una suma considerable", explicó el Padre Antonio. El convento no es parroquia, sino propiedad de la orden, por lo que no cuenta con el respaldo directo del Obispado, cuya prioridad son las iglesias parroquiales de la ciudad. Si las ayudas llegan, la intención del convento es ejecutar los trabajos en una sola fase. En caso contrario se destinará todo el dinero disponible a la reparación de las filtraciones.

Cabe destacar que el año pasado, la comunidad ya recibió distintas ayudas que se destinaron a sufragar parte de la restauración de la fuente central del claustro, que también se encontraba en muy mal estado. Sin embargo, aún faltan por reparar los escalones y las tuberías originales.

 

INICIATIVA SOLIDARIA: UNA PEROLADA PARA RECAUDAR FONDOS

Con el fin de movilizar más recursos, la Cofradía Franciscana de Lucena y otros grupos que forman parte de la comunidad han organizado una perolada solidaria este fin de semana. Jesús Ramírez, Hermano Mayor de la Cofradía, ha señalado que ya está prácticamente agostadas las 250 entradas que se han puesto a la venta al precio de 10 euros, incluyendo un plato y dos consumiciones. El evento tendrá lugar en el propio claustro para que los propios asistentes puedan ver el estado en el que se encuentra. Es por ello que no ha podido hacerse extensivo a un mayor número de personas, por lo que dada su aceptación podría repetirse en próximas fechas. 

En cualquier caso, la comunidad franciscana ha apelado a la colaboración de los lucentinos con la conservación del claustro a través de donaciones.

 

JOYA DEL PATRIMONIO RELIGIOSO LOCAL

El convento franciscano de Lucena se incorporó formalmente al catálogo de recursos patrimoniales integrados en las rutas turísticas de Lucena en 2023 y es uno de los recursos más visitados de la ciudad. Aunque la iglesia se fundó en 1558, su aspecto actual corresponde a las obras realizadas en 1620 por el maestro de obras malagueño Francisco de Lucena, sobre una antigua ermita medieval. El altar mayor está presidido, por un bello retablo de estilo barroco salomónico, elaborado por José Matías Sánchez, sobre trazas de Leonardo Antonio de Castro. Así , destacan los retablos menores y una imaginería de notable interés, que, en buena parte, procesionan las cofradías franciscanas de la Pasión y la Resurrección. El convento anejo se organiza en torno a un bello patio, de planta cuadrada y de grandes dimensiones formado por dos claustros, alto y bajo, con arcadas sobre columnas dóricas en el inferior y jónicas en el superior, y centrado con una monumental fuente de planta mixtilínea y barroco pilar de doble taza, de comienzos del siglo XVII.

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