El Ayuntamiento no puede por el momento acometer ningún tipo de actuación que venga a paliar el problema al que se enfrenta cada día Antonio Marín, un vecino de la Calzada cuyo caso dábamos a conocer este semana, y que precisa diariamente de varias personas para salir de su vivienda en silla de ruedas para acudir a rehabilitación debido a las importantes barreras arquitectónicas que presenta este tramo de la calle, situación para la que los vecinos vienen reclamando una solución desde hace casi una década.
Así lo expuso en el pasado pleno municipal el concejal de Urbanismo, José Cantizani, que indicó que "debido a la orografía de esta calle, con una fuerte pendiente, es imposible que una rampa cumpla con la normativa vigente de accesibilidad". Sobre la posibilidad de una solución provisional, Cantizani aseguró que "conllevaría un riesgo de accidente" del que el ayuntamiento sería responsable subsidiario", por lo que tampoco es posible actuar en este sentido, como ha reclamado este vecino.
Para el concejal de Urbanismo, "la única solución sería una actuación integral en la calle, que conllevaría la realización de un proyecto serio y con un elevado coste económico, que en estos momentos no puede ser asumido por el ayuntamiento, por lo que quizá no llegue para solucionar el problema de este señor".