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Solo hay que acudir a las hemerotecas y ver la actitud que, desde la oposición, mantenía el PP sobre el terrorismo, de la desconfianza radical sobre el fin de ETA a reconocer, por parte del ministro del interior en sede parlamentaria, que la política antiterrorista tiene una dimensión política.
Antes, facilitar un gobierno nacionalista en Cataluña, era un riego para la unidad de España, ahora es ser determinante para la política catalana.
Cuando Rubalcaba propuso una moratoria para el nivel de déficit que exige la UE, era un pésimo mensaje para los mercados, ahora es el propio presidente del gobierno quien hace esa misma petición a Bruselas.
Antes pedir medidas de estimulo a la economía era vergonzante porque lo que se necesitaba era terminar con el desbarajuste de las cuentas públicas, ahora es el discurso oficial del gobierno.
En cuanto a Gibraltar, antes era un gobierno claudicante, ahora hay cosas más importantes que esa.
No hay nada como ocupar el sillón de mando para que la perspectiva cambie, que desde luego era lo que importaba.
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J.M. Roldán (PSOE)
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