A ver si nos enteramos de una vez: NUNCA se debe robar. Pero si alguien se empeña en delinquir, que sepa que le conviene mangar cuidadosamente. Que a nadie se le ocurra hacerlo con armas, que eso es bárbaro y demencial. Ni por escalamiento. Ni con fuerza en las cosas, ni con violencia o intimidación a las personas. Los robos hay que hacerlos limpiamente y con buenas maneras. Por derecho.
Hay que actuar sin fuerza, sin violencia, COMO LO HACEN ALGUNOS PARTIDOS Y NO POCOS POLITICOS. Lo importante no es la cantidad robada, sino la calidad del robo pues si se hace con guante blanco, es muy posible quedar libre. En resumen, en estos casos hay que actuar como los presuntos Rato, Blesa, Bárcenas y Cía., todos expertos en el tema. Tan expertos que los tres están en la calle y pendientes de juzgar. Por derecho.
Lo que nunca se debe hacer es lo que hizo Alejandro F., un joven granadino de 24 años, que acaba de entrar en la cárcel, condenado a CINCO AÑOS tras ser acusado de "robo con estafa y pertenencia a banda organizada". ¿Cuáles han sido sus faenas? Alejandro utilizó una tarjeta bancaria falsa, previamente clonada por él o por algún amigo compinche, para efectuar una compra de 79 euros, aunque según la sentencia fueron dos operaciones por un total de 356 euros. Fue descubierta su burda maniobra y sometido al expediente delictivo correspondiente, pero la justicia es increíblemente lenta y ahora, seis años después, cuando este joven tiene contrato de trabajo, está casado y, al parecer, reinsertado, ahora le han hecho entrar en la trena, porque esta chapuza choricera no se puede pasar por alto, no se ajusta a derecho. Sin derecho.
De nada han servido reconocer el delito, sus alegaciones pidiendo perdón, no haber vuelto a delinquir desde entonces, ni tampoco las más de 300.000 firmas ciudadanas apoyando su indulto, que el Gobierno de momento ha denegado: NO SE PUEDE CONSENTIR ESTE TIPO DE ROBOS TAN PELIGROSOS. La sociedad española necesita protección y actuaciones ejemplares de la Justicia. Le ha faltado decir que como se ha hecho con los Pujol, la honorable familia catalana con todos sus miembros implicados en presuntos robos y tráficos de influencias pero que han actuado sin riesgo físico para nadie, con total discreción y, por eso, todavía ni uno de ellos ha pisado la cárcel. Por derecho.
- Y los Pujol ¿no son una banda organizada?, pregunta algún ingenuo.
- No son una banda, sino una familia honorable hasta que se demuestre lo contrario. La familia que roba unida, permanece unida. Lo dicho, por derecho.
Más artículos de Alfonso Jiménez en su blog "La Carpintería": http://alfonjimenez.blogspot.com.es