Los ciudadanos de Andalucía han hablado de política donde de verdad es decisiva su voz, en las urnas, y todos debemos felicitarnos de haberla escuchado. Una vez más han respaldado con su voto a las opciones políticas de progreso e igualdad social, esta vez con clara mayoría del PSOE.
Esa voz es plural y dentro de esa pluralidad el socialismo es mayoritario, lo es hoy como lo fue hace 33 años y algunos debieran preguntarse porque es así. Cierto que en esa dilatada trayectoria se han cometido errores y no menos cierto que se han colado indeseables y aprovechados pero, al menos a juicio de los electores, no debe ser tan malo el balance cuando la mayoría de ciudadanos siguen confiando en el socialismo como opción de gobierno.
Tenemos un gran partido con una historia más que centenaria, no se improvisa algo así, tenemos una líder, un programa y un propósito. Tenemos los instrumentos, la voluntad y, desde el domingo, la confianza de los ciudadanos para avanzar hacia las metas de igualdad y justicia social que son las señas de identidad de la izquierda y del socialismo como la opción mayoritaria de esa izquierda.
Es una larga trayectoria pero más largo es el camino que queda por andar, pues como escribió el inmortal Antonio Machado: paso a paso, golpe a golpe, se hace camino al andar. En ese camino estamos todos los socialistas de corazón y, como no, también los de carnet. No es un camino fácil pero más allá de eslóganes y argumentarios es el camino que, diga lo que diga la derecha, ha de conducir a una sociedad justa donde todos partan de la misma línea con independencia de sus circunstancias de nacimiento y su meta de llegada solo de dependa de su esfuerzo y su valía.
Juan M. Roldán