En este mes de agosto atiborrado de corrupción que estamos sufriendo, son días que mejor sería no abrir la prensa ni la tele porque está saturada de noticias duras, indignantes y llenas de insoportable desvergüenza. He aquí algunas.
El nuevo rey de España ya está en Mallorca y allí se dispone a pasar su temporada de vacaciones familiares, que alternará con su asistencia a algunas competiciones regatistas. Esto no es nada nuevo, pero resulta chocante que, habiendo comenzado su reinado en el mes de Junio, ya en Agosto necesite vacaciones. Pero lo peor es el dato que se ha dado a conocer al respecto. Según la prensa, 15 días de estas vacaciones regias en el palacio de Marivent suponen un coste de 1,3 millones de euros al erario público. O sea, casi 90.000 euros diarios, ya que a esa cifra ascienden los gastos de personal de servicio y mantenimiento, seguridad, etc. ¿No es esto demasiado para la situación de crisis que vivimos?
También se ha publicado que idéntica cantidad, otro millón trescientos mil euros, es lo que ha desembolsado el Estado en los retratos que adornan cada uno de los ministerios con la imagen de los exministros que han presidido esas instituciones. La media de gastos por cuadro es 21.600 euros, pero los más costosos han sido los de Aznar y Bono (82.000 euros c/uno) y el acabóse estuvo a punto de producirse con el cuadro de Alvarez Cascos que impuso como pintor a Antonio López, el cual tasaba su obra en 190.000 euros. Los cuatro cuadros de Rajoy, que presidió sendos ministerios, también arrojan un total increíblemente abusivo.
Preguntado el Sr. Posada, Jefe del Congreso, si no le parecían excesivos estos gastos en cuadros, ha respondido que "los retratos son una tradición consolidada". Es cierto, que los reyes tenían sus pintores de cámara en una época en que la fotografía no se había inventado, pero hoy día, con cualquier cámara actual, se podrían hacer fotos sumamente fieles al personaje para ser posteriormente ampliadas a un costo infinitamente inferior.Antes era una tradición impuesta y costosa, pero hoy es un despilfarro imperdonable.
Otra noticia obscena. El arquitecto Santiago Calatrava ha sido imputado por haber cobrado 2,7 millones de euros para el proyecto del Centro de Convenciones de Castellón, que no se ha llegado a realizar. ¿Hasta dónde vamos a parar con tan múltiples estafas y abusos que son repetidamente tapados y que, cuando se descubren, la mayoría de las veces acaban por haber prescrito?
Todas estas noticias vergonzosas se divulgan coincidiendo con otra que confirma que más de 740.000 familias españolas viven sin un sólo euro de ingreso por tener todos sus miembros en paro; y en la misma fecha en que se anuncian que los enfermos de hepatitis y los necesitados de quimioterapia dejarán de ser asistidos por recortes totales en sus tratamientos. El dedo en la llaga lo pone la ONG Transparencia Internacional al estimar que el precio de la corrupción en España alcanzaba en 2013 un total de 10.500 millones de euros. Creo que ahora esa cifra se duplicará como se ha puesto de manifiesto con la trama de los Pujol.
¿Hasta dónde y hasta cuándo seguiremos soportando estas basuras?
Otros artículos de Alfonso Jiménez en su blog "La Carpintería", en este enlace