Después de tantos años de lucha, tenemos que decir con una profunda indignación y rabia: ¡Ahora más que nunca! ¡No van a callarnos! ¡Vamos a seguir luchando! ¡Cada día somos más!
Estoy convencida que esta ola de asesinatos es, en parte, una reacción del machismo terrorista y cobarde, asustado ante el avance de feminismo.
La manifestación de Madrid del 7 N fue, sin duda, una demostración de que no estamos solas; una demostración de que hay mucha juventud y muchos hombres que se suman a nuestra lucha y de que hay un sector muy importante de la sociedad que no está dispuesta a permanecer callada e impasible ante tanta injusticia.
¿Hasta cuándo seguirá esta barbarie? ¿Hasta cuándo seguiremos con este terrorismo, que sólo en lo que va de año se ha cobrado ya la vida de 56 mujeres? En la semana del 8 al 15, siete mujeres asesinadas. ¡Y no pasa nada! A penas unos minutos en el telediario y, al momento, como si nada. ¡Que rabia!
Las cifras de mujeres maltratadas y asesinadas no disminuyen y, además, cada día son más jóvenes… Y, sin embargo, en las encuestas que se realizan ni para la ciudadanía ni para las instituciones que nos representan la violencia machista es un problema prioritario.
Estamos enfadadas, indignadas, nos sentimos impotentes. Es verdad que hay muchos problemas que afectan a las personas y a la sociedad, pero no todos se cobran vidas y, además, todos y cada uno de esos problemas repercuten más negativamente en las mujeres.
Denunciamos, una vez más, que cada día las mujeres españolas tienen, tenemos, más dificultades para acceder a un empleo, para hacer compatible la vida laboral y familiar, para tener acceso a la educación, a la sanidad o a la atención social… Si hay menos independencia económica, si hay más paro, si no se dispone de recursos, si hay miedo a la separación, si la mujer se tiene que quedar en casa, las denuncias descienden y aumenta la situación de vulnerabilidad. De ahí que sea imprescindible una dotación económica suficiente, por parte de las diferentes administraciones, para desarrollar políticas de igualdad, sensibilización y educación.
Obras son amores. Denunciamos que, por falta de recursos económicos, se está vaciando de contenido la Ley integral. Estamos cansadas de discursos vacíos y poses de cara a la galería. Apostar por la igualdad y la lucha contra la violencia machista es, ante todo, creérselo y después priorizar en los presupuestos del Estado, y de cada Institución con competencias, las partidas para llevar a cabo todas las medidas que la Ley contempla.
Mientras el Terrorismo Machista no se convierta en una cuestión de Estado y se firme un Pacto entre todas las fuerzas políticas parar erradicarlo, vamos a avanzar muy, muy poco. Pero nos tememos que como este terrorismo no afecta a las estructuras del Estado y como las asesinadas somos sólo las mujeres…. ¿Dónde quedan los derechos constitucionales? ¿Dónde, los Derechos Humanos? ¡Cuánta hipocresía social e institucional!
Pero tengan por seguro que ni los malditos asesinos ni la maldita crisis ni la indiferencia social e institucional nos van a robar la esperanza ni las ganas de luchar.
El domingo, 22, convocamos a toda la ciudadanía a expresar públicamente su rechazo a esta barbarie, asistiendo a la manifestación que saldrá a las 12.00 horas de la Plaza de la Constitución (junto a los Juzgados). No te calles, rebélate, planta cara a los que quieren que permanezcamos en silencio, sumisas, con miedo y sin libertad.
¡Nos queremos libres y vivas!
¡Ni una agresión ni un asesinato más!