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Estoy convencido de que la vulgaridad, el griterío y el pancartismo son tan enemigas de la libertad como la propia censura. Más bien, estas formas son un tipo de censura, bastante dañina que falsifican y humillan la libertad mediante la demagogia, la falta de criterio o simplemente el desconocimiento de la sociedad, y por extensión, tener siempre los brazos cruzados. El eterno candidato del PP lucentino, ha salido de la nada para crear un nuevo tipo de despotismo, no sé puede hacer campaña sucia, de acuerdo, hay libertad de expresión, en definitiva, hay libertad; pero no sólo debemos disfrutar de ella, sino también hacer un uso responsable de ella. Fíjense como quienes se encargan de resaltar los fallos de la sociedad libre, como la que gozamos en Lucena, son a veces precisamente quienes buscan detruirla. Quienes desprecian la libertad y los derechos humanos, tienen algo en común, desprecian las sociedades libres por ser meros decandentes. Es curioso ver, como en todas la fotos de esta campaña, el señor Gutiérrez sale en todas ellas con los brazos cruzados, síntoma del desconocimiento de su entorno y sobre todo mal aconsejado.
Esa foto inspira pasividad ante los problemas. Un candidato no puede ofrecerse al pueblo con los brazos cuzados, o mejor dicho, sí puede, pero nunca confiarán en él. No puede copiar las ideas de un programa electoral contrario, no puede hacer una lista de concejales en el último momento, porque no confían en ellos ni ellos mismos. El PP hace un programa, del cual, más del 75% ya ha realizado el PSOE, entonces, ¿para que lo ponen ahora si ya está hecho? Diamantes increíbles del programa del PP pueden ser; Apoyar la iniciativa emprendedora de inmigrantes, evitar el aborto, placas en hebreo por la judería y sobre todo muchos puntos sobre micro-créditos, bonificaciones, construcciones, construcciones, construciones y aparcamientos en los solares
¡Cómo desean otra burbuja económica e inmobiliaria! O como se diría en andaluz, ¡no le gusta na a los del PP un solar!
Por eso, el señor Gutiérrez está haciendo una campaña sucia, porque miente, porque dice que va a hacer zonas verdes y aparcamientos donde ya están hechos, es decir, va a seguir con los brazos cruzados, como siempre. Incluso, se atreve a decir que si sale elegido, en los primeros años no podrá hacer nada, que su proyecto es de más de 10 años, eso es, siguiendo su lema de centrados en ti, pero debe entender que centrarse es fácil, lo difícil es lo que hace José Luis Bergillos abrirse a todos y no ser centralista.
Los derechos y las libertades sólo son posibles desde la responsabilidad. La acción política está dirigida a los ciudadanos, por eso no se puede mentir ni querer colgarse medallas constantemente, está muy bien lo de darle iniciativa a los inmigrantes antes que a los de Lucena y lo de las plaquitas en judío, pero en serio, señor Gutiérrez, no es mejor crear empleo para los lucentinos como va a propiciar José L. Bergillos con la incorporación de más de 300 puestos de trabajo en una empresa ingente de nuevas tecnologías, y ayudar a salir de este bache en el que está media Europa a causa de los gobiernos conservadores, como el suyo, que han creído que todo era color de rosa con la construcción y luego tienen que arreglar el desaguisado otros. Para que la sociedad lucentina sea libre y feliz, sus políticos deben ser responsables, y usted con su demagogia y sus mentiras no lo está siendo, la libertad tiene un reverso titulado con letras grandes (en español, no en hebreo), que dice RESPONSABILIDAD.
Discúlpeme, pero con los brazos cruzados no va a ningún sitio. La base de la tolerancia consiste en ser conscientes de nuestras limitaciones, de alegrarse cuando se soluciona problemas a trabajadores, en aceptar que quizás el otro tenga razón, en no decir siempre no. Y quien ha demostrado que es capaz de buscar soluciones a Lucena es José Luis Bergillos, nuestro alcalde, un hombre cercano que está siempre con los ciudadanos. Y para terminar subrayo lo de cercano y le sumo el adjetivo simpático. Lo que es, es y lo que se finge mal sale peor.
Nota: Y si tanto le interesa el mundo sefardita de la Lucena Judía, ayer brilló usted por su ausencia con luz propia y no acudió al reclamo que Casa Sefarad de Córdoba organizó en el Palacio de los Condes de Santa Ana. Allí se repartieron 400 libros de Joaquín Pérez Azaústre titulados Lucena sefardita. Unos hablan de los judíos lucentinos, otros acudimos a actos donde especialistas nos dicen quiénes eran y quiénes somos.
¿Quién es, señor Gutiérrez? Yo soy Jacob Lorenzo. ¿Puede usted responderme o se lo va a mandar a Mario?
JACOB LORENZO
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