Los primeros programas de radio de los que me hice habitual se emitían en Radio Lucena. Uno de ellos era Estrella fugaz, de clara orientación adolescente y sentimental, en el que se leían cartas enviadas por oyentes que era el alumnado de los centros de bachillerato y de formación profesional de Lucena y alrededores. Nunca envié ninguna carta a este programa ni recuerdo el contenido de alguna, en cambio, escribía con cierta asiduidad a otro, al programa de dedicatorias de la tarde que, como ocurría con Estrella fugaz, presentaba Francis Díaz. Tengo en una casete algunas de mis dedicatorias grabadas de la radio. En una ocasión hice la trastada de pedir una canción que sabía a ciencia cierta que estaba rayada en el CD y se atascaba, la de 'Siempre igual' de Celtas Cortos (cuyo error descubrí por casualidad al pedir otra del mismo grupo, que no tenían), que no se podía reproducir bien y que una vez se quedó un buen rato con Cifuentes cantando constantemente la misma palabra. Esto fue entre 1996 y 1998.
Con la marcha a Córdoba para estudiar en la facultad, dejé de ser oyente habitual de Radio Lucena. Únicamente la sintonizaba en verano, pero la programación en este periodo se modificaba, en especial, con el programa sobre qué canción era la del verano para quien llamaba.
Una vez acabada la carrera y de vuelta a Lucena a mediados de la década del 2000, volví a escuchar con más frecuencia el 95.7; es en este momento cuando tengo conocimiento de Lourdes Fuentes. También recuerdo haberla oído en algún pregón cofrade, incluso en el de Semana Santa, y, a lo que iba, la conocí personalmente a finales de esta década. Nunca imaginé que un lustro después me daría la oportunidad de ser parte de Radio Lucena con una sección semanal de unos minutos sobre literatura, Siempre hay tiempo, dentro de su programa matinal La radio de tu vida, nombre que, llegado a hoy, a este momento, considero más que acertado y doliente.
También le debo a Radio Lucena mi presencia en Radio Atalaya de Cabra, porque fue durante el tiempo que se ocupó de ella, cuando nació La voz a ti debida, en diciembre de 2011, gracias a María Mangas primero y a José Luis Serena después.
Radio Lucena había conseguido estar en todos los ámbitos de la sociedad lucentina, desde la cultura o lo cofrade (este espacio, presentado por Miguel Ángel López Burgos, tan necesario en el mundo semanasantero de la ciudad) a lo político o deportivo (aquí no olvido los comentarios lúcidos de mi ex profesor Juan Pablo Palacios). Tampoco quiero dejar atrás los nombres de Elena Morales y de Antonio Luque. Y este 31 de julio echó su cierre.
Siempre estarás conmigo, Radio Lucena. Como decía el programa, eres la radio de mi vida.