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Las acepciones que para el término Bluf tiene la Real Academia de la Lengua Castellana son:
1. m. Montaje propagandístico que, una vez organizado, se revela falso.
2. m. Persona o cosa revestida de un prestigio que posteriormente se revela falto de fundamento.
Empezare diciendo que asumo mi alícuota parte de responsabilidad que, como miembro activo del Partido Socialista Obrero Español, me corresponde sea ésta la que sea. Asumo las críticas que, fundadas e infundadas, se puedan verter sobre los gobiernos socialistas tanto de de Felipe González como de José Luís Rodríguez Zapatero. Los ciudadanos, más allá de las razones internas de los partidos políticos, son los verdaderos jueces de lo que en política es acertado o erróneo y no cabe duda de que con su voto en las últimas elecciones juzgaron la labor del gobierno socialista y le aplicaron un severo correctivo traducido en una perdida considerable de apoyo electoral y, en consecuencia, otorgaron al Partido Popular una mayoría aplastante para gobernar y aplicar el programa con el que pidió, y efectivamente obtuvo, la confianza de la ciudadanía.
Es en este punto, y después de trascurrido el tiempo suficiente, en el que el anglicismo Bluf, cuyas acepciones en castellano encabezan este escrito, califican tanto al programa electoral del Partido Popular como a su líder Don Mariano Rajoy Brey.
Es cierto y verdad, como demuestran los hechos y no las opiniones, que el programa con el que el Partido Popular se presentó a las elecciones es un Bluf en el sentido de la primera acepción de la Academia. Se trataba, el quehacer diario del gobierno así lo demuestra, de un montaje propagandístico que se ha revelado falso en todos y cada uno de sus términos.
No es menos cierto y verdad, pero en mi humilde opinión mucho más grave, que el liderazgo del Sr. Rajoy también es un Bluf, y ahí entra en juego la segunda acepción que de ese término hace la Academia. Los ciudadanos necesitan que aquel al cual se le confió el timón de la política nacional, con una mayoría más que suficiente como para no tener en cuenta más opciones políticas que las que presentó como programa para ser elegido, demuestre que efectivamente está al timón.
Pues bien el Sr. Rajoy está huido, no se tienen noticias directas suyas, son sus ministros los que dan la cara ante la opinión pública y en el Parlamento. Sus escasas intervenciones han llevado la desconfianza en su gestión a todos los socios importantes de la UE, sin que admita ni por activa ni por pasiva responsabilidad alguna en la situación actual a pesar de que lleva gobernando hace ya más de medio año.
Cierto es que el recurso a la herencia recibida le sirve de lenitivo para disimular su incompetencia ante la opinión pública, y desde luego hay quien, con todo el derecho del mundo, le sigue comprando esa mercancía averiada pero, también es cierto que cada vez más ciudadanos comprenden que más que de mala herencia de trata, en realidad, de pésimos herederos.
Lo dicho un verdadero Bluf.
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Juan Manuel Roldán
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