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Leemos, con tristeza y desazón, en la prensa de los últimos días, como el gobierno Balear en manos del PP se dispone a cerrar dos hospitales. Es una línea más en el guión de la austeridad que, según Rajoy, debe devolvernos a la senda del crecimiento y creación de empleo, guión en el que también figura recortar en 10.000.000.000 (diez mil millones de euros, es decir un billón y medio largo de pesetas) los presupuestos para educación y sanidad
Ese recorte recae directamente sobre las capas sociales más desprotegidas y, por consiguiente, más golpeadas por la crisis. Todo eso nos dicen es un peaje inevitable para volver a la senda del crecimiento, peaje del que en ningún momento hablaron cuando se trataba de pedir el voto.
Sin embargo cuando se trata de proteger los intereses de las elites políticas y financieras no hay problema para destinar esos mismos 10.000.000.000 (diez mil millones de euros, es decir un billón seiscientos sesenta y tres mil ochocientos sesenta millones de pesetas) para salvar a una entidad bancaria quebrada La empresa auditora Deloitte no ha querido firmar la cuentas de Bankia controlada a través de su consejo por el PP, para salvar, según nos dicen, los intereses de los impositores de la entidad.
Pero lo que en realidad se quiere es salvar el entramado de intereses político financieros de las elites asentadas en la capital, ya que para salvar a los impositores bastaría con que el estado comprase Bankia por su valor real, es decir cero, salvaguardando de ese modo los intereses de los impositores Bankia seguiría operando con normalidad y haciendo que los accionistas (que se reparten los beneficios cuando los hay) y los especuladores paguen por sus errores empresariales como en cualquier otra empresa.
No hay dinero para salvar dos hospitales, muchos enfermos verán dificultada su asistencia y muchos profesionales se quedaran sin empleo, pero si lo hay para salvar un banco arruinado por las malas prácticas de sus gestores.
Que cada cual saque sus propias conclusiones, pues dinero, lo que se dice dinero, haberlo haylo.
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