La noticia es muy reciente y bastante escandalosa, pero en España la mayoría de los medios la han silenciado por estar referida al banco Santander, entidad que alimenta y sostiene con sus anuncios a muchas de las principales cabeceras de comunicación. Es la siguiente:
Según informa el Financial Times (FT), el banco Santander se ha sumado al modelo de flexibilidad laboral instalado en el Reino Unido y ha comenzado a ofrecer contratos de 1 hora al mes, modalidad que garantiza eso, 1 hora de trabajo mensual para aquellos candidatos que quieran firmarlo. Al parecer ya tiene a 371 empleados que lo han aceptado, lo que viene a ser aproximadamente el 10% de su plantilla de asesores en Reino Unido.
Un grupo de abogados laboralistas británicos ha puesto el grito en el cielo por esta mezquindad proveniente de un banco tan fuerte a nivel europeo como es el Santander, pero un portavoz bancario ha manifestado que su "entidad estaba orgullosa de tratar a los empleados con más justicia que el contrato a Cero horas", una modalidad que no garantiza ninguna hora de trabajo, sino sólo el compromiso de estar en permanente guardia para trabajar cuando el banco así lo reclame. Y según el mismo portavoz, los sindicatos apoyan esta flexibilidad ya que, al final, los contratados suelen trabajar una media de 386 horas al año; es decir, 32 horas al mes = 7 horas a la semana= 1 hora al día.
Lamentablemente, los últimos datos oficiales publicados en el Reino Unido señalan que allí se firmaron, en el último trimestre de 2016, 905.000 contratos a Cero horas, si bien últimamente se han frenado en seco con motivo del anuncio de la salida del Brexit.
No sería extraño que los contratos de 1 hora no tarden mucho en llegar al mundo laboral español, pero resultaría vergonzoso que el Santander que presume de ser el primero de España, el segundo de Europa y el 14 a nivel mundial, llegue a introducir esta modalidad laboral en nuestro país.
La implantación de estos contratos resultaría casi infamante, máxime cuando, según el diario Expansión, el Santander piensa reservar este año hasta 40 millones de euros para incentivos en el fichaje de nuevos directivos, medida que consideran necesaria para no dañar la economía de los ejecutivos que al ser fichados pierdan los beneficios que tenían en sus empresas de origen.
Y más indignante aún. El Santander ha dado a conocer que en 2016 pagó 796 millones de euros en acciones asignadas como bonus a 1.130 altos jefes que, como bien se sabe, son los que menos trabajan y representan el 0,6% de los 188.000 empleados del Grupo. Equidad absoluta. Eso es.
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