»Soy andaluza. Nací en Lucena y de ahí parte mi nombre artístico. Me crié en Sevilla en el conocido barrio de la Puerta de Europa. En el barrio de Santa Cruz, siendo muy niña bailé las primeras sevillanas corraleras.
Así iniciaba la entrevista que le realizaron en El mundo deportivo, en portada, el 21 de marzo de 1935, a «Lucentina», apodo de María Arjona, una bailarina del espectáculo de variedades, de «varieté», dedicada especialmente al baile andaluz que, tras haber trabajado con la gran Estrellita Castro, cuyos éxitos comenzaban a sucederse, probaba suerte por los escenarios españoles con desigual fortuna, aunque en marzo de 1935 esta le sonrió en La Buena Sombra de Barcelona.
Según dijo la propia María Arjona, dejó Lucena cuando era niña para mudarse a Sevilla. Allí debutó como bailarina por primera vez en el Kursaal, uno de los cabarets de referencia de la ciudad hispalense, y, en los años 30, debió formar parte del espectáculo que Estrellita Castro realizaba en la compañía que dirigía el payaso Ramper, toda una celebridad en la época o, quizá, la de Ramos de Castro (pues estuvo en ambas en 1933 y con mucha notoriedad). Tal es así que entre 1933 y 1935 «Lucentina» vivió su mejor momento como artista, ya que, además de formar parte de alguna de las citadas compañías, participó en la primera película, un cortometraje, que protagonizó Estrellita Castro titulado Patio andaluz y, según ella cuenta, en alguna más que desconocemos.
»¿Pasión favorita? El cine. Por él sacrificaría cuanto soy y tengo. Sin embargo, el temor al fracaso ha hecho que desprecie algunos papelitos que me ofrecieron. He trabajado ante la cámara en conjuntos poco importantes. Me aseguran que tengo figura de "ángel", pero sigo esperando mi hora.
Sin embargo, jamás lograría salir del mundo de las variedades. En revistas dedicadas a este espectáculo, como ¡Tararí!, dicen de ella que «en el mundo del varieté, Lucentina ocupa el puesto de estrella, y sus éxitos son conocidos por aquellos que tuvieron el deleite de contemplarla al bordar sobre un escenario los pasos de un fandanguillo gitano».
En 1936 trabajó en Barcelona y en Valencia antes del estallido de la Guerra Civil. Sin hallar ninguna información sobre ella durante el conflicto, probablemente pasara la guerra en Barcelona, donde se conoce la dirección para contactar con ella (y contratarla): calle de Radas 13, 2ª, 2º
En marzo de 1940, «Lucentina» aparece en Las Palmas de Gran Canaria, en un espectáculo de variedades, aunque, salvo que se trate de otra persona, no figura con el nombre de María Arjona sino el de Mari Luci «Lucentina» (da la impresión de que Luci es acortamiento de Lucentina). Seguiría en los escenarios de Las Palmas hasta el año siguiente, 1941, que es la última referencia que tenemos de sus actuaciones.
»Yo espero vencer con la esperanza que me da mi juventud y el deseo de triunfar. Para ello no descuido las academias y el vestuario, pero somos tantas las que sostenemos esta titánica lucha para triunfar tan pocas…
La dura competencia, los problemas económicos, la fatal guerra, la inexorable pérdida de la juventud… «Lucentina» apenas pudo rozar su sueño.