La calles del barrio contemplaron de nuevo la bellísima imagen de la Virgen de la Aurora, que, acompañada por multitud de fieles, partía desde su ermita de la calle Abad Serrano a hombros de la cuadrilla de santeros mandada por de Francisco Manuel Leiva Egea repletas de gente, multitud de bengalas, balcones con colgaduras, las coplas de los campanilleros, la clásica cruz y faroles de guía de la cofradía... estampas que forman parte indisoluble de esta apertura festiva del otoño en Lucena. Imágenes que siguen manteniendo el viejo sabor de la Lucena de siempre, de una tradición que se mantiene en el tiempo desde hace más de tres siglos. Pasadas las diez y media de la noche, la Virgen de la Aurora volvía a su capilla mientras brillaban en el cielo los fuegos artificiales que cerraban sus fiestas. Os dejamos la espléndida colección de fotos realizada para LucenaHoy por Jesús Cañete.