Finalizamos esta serie de galerías sobre el ambiente en las calles y casetas del Real, con un buen puñado de fotografías que nos muestran lo que ha sido una constante durante las jornadas centrales de esta Feria del Valle que hoy toca a su fin, cerrando el verano lucentino: la creciente presencia de mujeres vestidas con el tradicional, pero siempre diferente, traje de flamenca.
Volantes, lunares, clasicismo, modernidad, colorido, sobriedad... siempre belleza y elegancia. Pese a un origen humilde que se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando las mujeres de los tratantes de ganado acudían a las antiguas ferias con sus batas de faena, el traje de flamenca y su infinidad de complementos no ha parado de evolucionar, convirtiéndose en un influyente sector de moda y ferias como la del Valle son un espléndido escaparate de ello.
Y junto a la tradición del traje de flamenca, la del mundo ecuestre, igualmente ligada al origen de nuestras ferias, y representada en el recinto por el paseo de caballos y carruajes que cada día han recorrido en entorno del ferial, bajo organización de la sociedad "Lucena Ecuestre". Las fotos las firma Jesús Cañete.