La decisión de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO) de cerrar el centro con el que cuenta en Lucena en el marco de la reestructuración de su red de almacenes, para ganar en eficiencia, no ha sido bien acogida por el sector. El inminente cierre del almacén ha unido a las principales empresas aceiteras de la comarca junto con el Ayuntamiento en contra de esta decisión.
Tras conocerse las intenciones de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, el ayuntamiento, junto con doce representantes de importantes empresas del sector del aceite de oliva han manifestado en un escrito que "estas instalaciones son de interés crucial para el sector del aceite de oliva, tanto por cuestiones logísticas como por la idoneidad de comunicación y situación, incomparable con las de Puente Genil, única vía que se ofrece como alternativa para contratar a largo plazo".
Para los firmantes de este manifiesto "los datos de almacenamiento consultados de Lucena y Puente Genil acreditan la arbitrariedad de una incongruente decisión empresarial, que nos parece infundada". De hecho, en las últimas cinco campañas las entradas y salidas de aceite de oliva en los almacenes de Lucena han llegado a las 95.500 toneladas; y en 2016 se superaron las 14.000 toneladas.
Al mismo tiempo, se expresa en este escrito el perjuicio económico tan importante que les causará la obligatoriedad de desplazarse a Puente Genil, sobre todo cuando algunas almazaras se instalaron en Lucena precisamente para estar cerca del almacén.
Además, los industriales lamentan que durante la presente campaña 2016/17, están recibiendo un servicio bajo mínimos, permitiéndose por parte de Patrimonio Comunal Olivarero solo una contratación en torno al 50% de la capacidad de los almacenes y no permitiendo contratar a larga duración, pese a lo cual se están produciendo contrataciones incluso en un año como el actual, hechos que a juicio de los empresarios vienen a "corroborar lo necesarias que nos resultan estas instalaciones, incluso en ejercicios de baja producción oleícola como el presente y con la tarifa más gravosa, única que se nos permite".
Por todo ello, solicitan que "se reconsidere la decisión adoptada del cierre del almacén en defensa y salvaguarda de los intereses del sector, empezando por la propia Fundación, cuyo objetivo debe ser ofrecer el mejor servicio y explotación, colaborando en la defensa de la gestión de los intereses colectivos de todos aquellos que conformamos este importante sector económico".
Entre los firmantes figuran empresas de localidades como Lucena, Priego, Cabra, Benamejí, Carcabuey e incluso Almería.
Estos almacenes de regulación sirven para ayudar al sector productor a guardar el aceite en épocas de grandes cosechas, lo que exige de un gran esfuerzo para mantenerlos aquellos años en los que están menos ocupados, como viene ocurriendo en los últimos años al venderse la mayor parte de la producción a buenos precios.
LAS INTENCIONES DE LA FUNDACIÓN
La FPCO ha anunciado que el proyecto de remodelación de la red -que llega a ocho provincias, entre las que está Córdoba, en cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid-, incluye una reducción de plantilla pactada, la reducción en un 50 % de los costes de personal y el cierre de varios centros. De un total de trece almacenes distribuidos por el territorio nacional, se dejarán «permanentemente abiertos» los cinco de mayor capacidad: Montoro y Puente Genil en Córdoba, Espeluy (Jaén), Atarfe (Granada) y Marchena (Sevilla).
El resto de los almacenes se quedará «en reserva» desde la próxima campaña 2017-2018, y se utilizarán aquellos años de mayores cosechas de aceite de oliva, siempre que los cinco permanentes se hayan llenado ya, lo que permitirá ahorrar costes y rebajar alquileres para los clientes que contratan los depósitos.
Entre los que se cerrarán en 2017 figuran los almacenes de Linares (Jaén) y Lucena, que tienen pequeña dimensión.
La red tiene una capacidad de almacenamiento teórica total de 400.000 toneladas, aunque en la práctica la máxima capacidad de guarda ronda las 200.000 o algo más, ya que los tanques no pueden contener aceite de más de un cliente y no siempre se llenan.