Las comidas de empresa son una cita obligada de la Navidad y una oportunidad de relacionarnos con los compañeros de trabajo en un contexto diferente, a veces la única para socializar y divertirnos con ellos. Pero… ¡cuidado! No siempre conseguimos salir airosos.

La psicóloga clínica y de la salud, Conchi Marín Lara, señala que el alcohol es una sustancia muy peligrosa. Está normalizada como todos sabemos, pero tiene efectos cuanto menos inquietantes:
- Bajo los efectos del alcohol nuestra personalidad sufre variaciones, no siempre acordes a nuestros principios.
- Es un depresor del sistema nervioso, es decir, enlentece la actividad cerebral, produciendo problemas de memoria y disminuye la claridad mental.
- Causa deshidratación en el organismo, de ahí el dolor de cabeza y el malestar posterior.
. Puede elevar la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
- A algunas personas les lleva a comportamientos de tipo violento, obsesivo, dramático, verborreico, poco respetuoso, etc.
- Puede dar lugar a conductas sexualmente desinhibidas.
- A veces uno puede “dar la chapa”, sin darse cuenta de que molesta o agobia a los demás.
Señala Conchi Marín que "aunque al día siguiente no todo se comente, es necesario tener en cuenta que los demás saben lo que hiciste en la comida de empresa, a veces mejor que tú… Y tu jefe/a va a tomar nota”.
Por eso, hemos aprovechado para pedir a esta psicóloga lucentina que nos hable sobre algunas precauciones necesarias en estos casos.
“Como psicóloga especializada en el cuidado del sistema nervioso, puedo asegurar que el consumo de alcohol es perjudicial casi en cualquier cantidad”, señala Lara, que nos deja esta serie de consejos:

Allá vamos:
- Recuerda cómo te afectó el alcohol en otras situaciones similares, a veces se nos olvida que en el pasado nos hizo pasar un “mal trago”.
- Tu sistema nervioso, probablemente estresado, ¡no necesita más tóxicos!
- Como mucho bebe algo durante la comida y después agua, ayudarás a limpiar tu cerebro y a permanecer bien despierto.
- Tus cinco sentidos son la mayor fuente de placer imaginable, no los nubles.
- Tus compañeros quieren conocerte en tu faceta más personal, evita distorsiones innecesarias, sé tú mismo/a. El alcohol impide precisamente eso, ser tú mismo/a.
- Aprovecha para estrechar vínculos que propicien un mejor ambiente de trabajo, recuerda que pasamos muchas horas de nuestra vida en el entorno laboral.
- El juego, el baile y la risa son perfectos para vincularnos unos a otros, pero pueden derivar en acoso, abuso, conflicto y malestar si lo bañamos en alcohol.
Por otra parte, Conchi Marín recuerda que "hay personas que no deben consumirlo en absoluto":
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Si hay antecedentes de adicción, en uno/a mismo/a o en la familia
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Si no se puede controlar la cantidad que se bebe
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Si hay un tratamiento médico.
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En caso de embarazo.
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Cuando se va a conducir o manejar maquinaria.
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Cuando tenemos problemas relacionados con el sistema nervioso: Insomnio, Ansiedad, Depresión, Dolor crónico, Fatiga o Estrés prolongado.

ALGUNOS CONSEJOS FINALES
Si decides abusar del alcohol al menos no incites a otras/os a beber, ten en cuenta que es un tóxico que puede afectar gravemente incluso en poca cantidad.
Detrás del conocido rostro de tu compañera/o de trabajo puede haber una historia que desconoces: adicción, enfermedad, ansiedad, insomnio, dolor, crisis, pérdida…
Recuerda ir a tu clínica psicológica de referencia para solucionar tu sufrimiento, en lugar de refugiarte en la supuesta diversión momentánea. Al día siguiente tus problemas seguirán donde los dejaste, si no aumentados por tus decisiones en la comida de empresa.
Utiliza la comida de empresa a tu favor manteniéndote sobria/o, ¡y a disfrutar!