Los toldos volverán a las calles del centro de la ciudad en mayo, aunque este año no se ampliará el número de calles con este tipo de cobertura para los meses estivales.
El concejal de Innovación y Desarrollo Local, Manuel Lara, ha indicado hoy que tras las Fiestas Aracelitanas se ha previsto una reunión con los representantes del Centro Comercial Abierto para decidir la fecha concreta de inicio de los trabajos de colocación del entoldado, que se producirá a lo largo del mes de mayo.
Lara indicó que, de común acuerdo con los comerciantes, se ha decidido que la aportación que este año recibirán tanto el Ayuntamiento como el propio Centro Comercial Abierto se destine a mejoras en el alumbrado viario, de acuerdo con un proyecto que redactará el consistorio lucentino de acuerdo con la priorización establecida por los comercios asociados, por lo que este año no habrá nuevas calles entoldadas. En este sentido, este lunes un grupo de comerciantes ya realizaron un recorrido por algunas de las calles del centro de la ciudad para tomar nota de las principales deficiencia en materia de iluminación.
Lara Cantizani ha indicado que los toldos se colocarán en las mismas calles que el pasado año, aunque se está trabajando con la empresa instaladora y suministradora de los mismos para que se lleven a cabo algunas mejoras puntuales en las zonas en las que se detectó una menor cobertura de sombra el pasado año, de cara a reforzarlas, para lo que se emplearán pancartas verticales en las que se incluirán elementos alusivos al Centro Comercial Abierto Eliosana.
El año pasado la Delegación Territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía concedió una subvención de 70.000 euros al Ayuntamiento de Lucena para el proyecto de entoldado, medida consensuada entre el Consistorio y el colectivo de comerciantes en el marco del plan estratégico del centro histórico aprobado para impulsar económicamente la actividad comercial en esta zona de la ciudad.
La ayuda económica se amplió con recursos municipales hasta los 113.000 euros, que sirvieron para entoldar el tramo peatonal de la calle El Peso y la calle Julio Romero de Torres, quedando las calles Alcaide, Jaime, Montenegro, Juan Palma García y Canalejas para posteriores fases.
El resultado no fue el esperado, generando una amplia polémica sobre la efectividad de la medida.