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Eldesarrollo industrial de las últimas décadas del siglo XX trajo consigoun gran incremento del sector comercial en Lucena situándola comoreferente de compras para el sur de la provincia. Del mismo modo que elimpulso económico propició entonces una gran efervescencia comercial, laagudización de la crisis económica en estos últimos años está teniendoun efecto inverso sólo atenuado a ojos del usuario por el recientedesembarco de algunas franquicias de moda, que han abierto el debateentre los comerciantes. Mientras que para parte del sector constituyenun acicate para atraer más compradores, para otros serán la «puntilla»al comercio tradicional.
Segúnlos datos del Anuario de La Caixa 2010, en 2009 existían en Lucena1.082 actividades comerciales minoristas, de las que 646 pertenecían asectores diferentes al alimentario, destacando el gran número deestablecimientos de hogar (198) y moda (168). La cifra representa uncrecimiento mínimo de apenas un cuatro por ciento con respecto al año2004.
Sinembargo los datos de estos últimos años hablan claramente de la pérdidade establecimientos en algunos sectores. Según unestudio de la Cámara de Comercio de Córdoba, entre 2006 y 2009desaparecieron hasta 172 actividades comerciales minoristas, destacandoel cierre de establecimientos de moda (40) menaje y ferretería (24) omaterial y muebles de oficina, con 20 tiendas menos. Otro sector muycastigado ha sido el de las tiendas de muebles, en el que se cerraronhasta 18 comercios, en su mayoría ubicados en el entorno de la carreteranacional 331, tras la entrada en funcionamiento de la autovía A45, queconvirtió en un desierto bulevares comerciales como el de Los Santos.
Laendémica ausencia de un tejido asociativo fuerte y unificado, laintermitencia del apoyo municipal a las iniciativas de unas asociacionespoco representativas, los problemas de aparcamiento del Centrosubsanados con la entrada en funcionamiento del parking de la PlazaNueva y la caída en picado del consumo han sido algunos de losdetonantes de esta situación en los últimos años. Así las cosas, el pasado año desaparecieron en el centro de la ciudaddecenas de establecimientos, como permiten constatar el estudio de laCámara de Comercio de Córdoba, el análisis de los datos de desempleo oel simple paseo por las calles del centro, en las que cada vez es másfácil encontrar locales que se traspasan o alquilan.
Tampocoha ayudado a paliar esta situación la incapacidad de los colectivosempresariales y el propio consistorio para dar forma y consolidar uncentro comercial abierto. Desde hace unos años este tipo de ayudas se conceden a través de las asociaciones de comerciantes. Incluso las ayudas que se han venido otorgando para trabajos de urbanismo comercial, que han permitido en los últimos años el arreglo de numerosas calles del centro de la ciudad, por ejemplo la calle Canalejas, serán concedidas ahora a través de la petición de estas asociaciones. Sin embargo, el pasado año, sólo un colectivo empresarial optó a las ayudas para este tipo de proyectos ysu solicitud fue desestimada por la Delegación Provincial de Comercio alno poder constatar la solidez del proyecto o la representatividad realdel colectivo solicitante, según explicó recientemente el delegado provincialTurismo, Comercio y Deporte, Juan Torres.
Unode los efectos inmediatos de esta situación de crisis es la volatilidadde las nuevas actividades comerciales, como constata un reputado agenteinmobiliario local, que habla de "aperturas y cierres express", al señalar que «son muchos los que empujados por el paro se aventuran aabrir una tienda y desisten en menos de seis meses». Como consecuenciade ello, el precio de los alquileres en el Centro ha bajado en torno aun 20% en los dos últimos años, aunque no así el de los locales enventa, que según las agencias de la propiedad inmobiliaria consultadassiguen siendo escasos y mantienen la consideración de «valor seguro» decara al futuro por parte de sus propietarios, sobre todo tras lamencionada llegada de las primeras franquicias.
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