El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Lucena ya tiene propuesta de nuevas ordenanzas fiscales para el próximo ejercicio económico y la misma –presentada ya a los distintos grupos políticos para su estudio y debate– incluye como principal novedad la rebaja de un 2,03% del Impuesto de Bienes Inmuebles de Urbana, que pasaría del vigente 0.738% al 0,723%.
La rebaja propuesta es la más significativa de los últimos años, después de que este impuesto –el que afecta a más ciudadanos por su carácter generalista y el más importante por volumen de recaudación– permaneciese congelado en 2016 tras acuerdo entre PSOE y Ciudadanos y se rebajase un 1% para el presente ejercicio económico, sumando también al acuerdo al PP.
Dado que el impacto de la medida fue valorado entonces por la concejal de Hacienda, Araceli Bergillos, en una minoración de 120.000 euros en el capítulo de ingresos para las arcas municipales, resulta razonable pensar que este año serían en torno a 250.000 euros los que dejaría de ingresar el consistorio lucentino mediante la aplicación de esta medida de alivio para el bolsillo de los contribuyentes, ya castigado por la reciente y generalizada revisión del catastro municipal.
No se incluye en la propuesta de modificación de las Ordenanzas Fiscales remitida a los grupos de la oposición por el equipo de gobierno ninguna rebaja sobre el IBI correspondiente a bienes de naturaleza rústica, cuyo tipo se mantiene en el 1,15%, el máximo establecido para poblaciones del tamaño de Lucena.
Otras modificaciones significativas, por lo que suponen de declaración de intenciones, afectan al ICIO, en el que se propone una bonificación de hasta un 40% para aquellas obras destinadas a empresas declaradas de especial interés como generadoras de empleo.
DALDA PIDE MÁS
Los datos eran hechos públicos ayer por el concejal no adscrito Vicente Dalda, que solicitará que la rebaja del IBI de Urbana sea de un 7%, quedando establecido en el 0,69. Según este edil, el tipo del 0,723% propuesto por el equipo de gobierno se sitúa todavía muy por encima de ciudades cercanas como Baena o Cabra –que soportan un 0,61 y 0,70% respectivamente y de Córdoba, donde llega al 0,5393%.
Además Dalda solicita la reducción del gravamen para bienes de naturaleza rústica como el olivar en un 50%, dejándolo en el 1%, para "dinamizar la económica local y ayudar al sector agrario".
Además Dalda propone que se establezca un recargo del 50% más de impuestos a los pisos que permanezcan sin ocupar trascurrido un año de la aprobación de las nuevas ordenanzas fiscales, medida que a su juicio afectaría principalmente a pisos de entidades bancarias y promotoras y con la que –asegura– que se dinamizaría el mercado inmobiliario local–
También solicita Dalda una reducción del 95% de la cuota para edificios que desarrollen actividades económicas de especial interés municipal y que se elimine la exención en el pago del IBI a edificios sanitarios.