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La finalización de las obras del puente de la carretera de Cabra sigue pendiente de una barandilla. La obra está terminada desde hace dos semanas pero todo apunta a que las diferencias entre la empresa constructora y la administración autonómica sobre quién debe hacer frente al coste del pretil de protección parece un problema insalvable a corto plazo y el puente sigue cerrado al tráfico.
El concejal de Urbanismo, Miguel Villa, indicaba ayer a LucenaHoy que el ayuntamiento hace todo lo que puede para urgir a la Consejería de Medio Ambiente a la finalización de los trabajos y ha mantenido numerosas reuniones y contactos con el delegado territorial de Medio Ambiente, la Directora General de Infraestructuras y los distintos técnicos que intervienen en la toma de decisiones, aunque por el momento seguimos sin saber cuando se colocará el pretil de protección.
Villa ha indicado que el ayuntamiento incluso ha llegado a proponer que se hace cargo del coste del pretil en su afán por solucionar el problema, pero por el momento la burocracia sigue su curso y está perjudicando claramente a los vecinos, que siguen sin poder utilizar esta vía de comunicación fundamental para el acceso y salidas a la ciudad y a los numerosos comercios y empresas de la zona.
Villa señaló que también se ha trasladado a la administración autonómica que el cordón de seguridad de la obra está siendo roto de forma daría por muchos vecinos que deciden salvar la valla y cruzar el puente, lo que supone un riesgo añadido, sin que por el momento se haya podido encontrar una solución siquiera provisional al problema.