La enésima confusión de un Lucena CF agonizante vaticina, probablemente más que nunca, el desmoronamiento irremediable de una trayectoria contigua al medio siglo. Los dirigentes del club se han mostrado incapaces hasta para generar recursos con los que afrontar los gastos básicos y diarios. La destructora deuda acumulada con la Seguridad Social –más de 300.000 euros-, los requerimientos judiciales, los pagos pendientes a proveedores, futbolistas y entrenadores y el déficit de 7.000 euros que reclama la Federación Andaluza de Fútbol colapsan a un equipo desabrigado incluso por el público local.
La última maniobra de Eduardo Bouzón, presidente de la entidad, se ha destapado en cuestión de horas. La locuacidad verbal de Juan Ramón Osuna Llamas lo ha revelado como un simple artificio con el que alargar una coyuntura falaz e insostenible. Rafael Carrillo, que ya amenazó con dimitir el pasado lunes, se desvinculará del equipo - salvo que se produzca una transformación utópica- a la conclusión del partido contra el Coria (Domingo, 12:00 horas; Ciudad de Lucena). El preparador cordobés ha exigido repetidamente, como requisito indispensable para seguir en el cargo, la cancelación del pasivo registrado en la FAF que impide la tramitación de fichas para una plantilla comprimida, tras la salida del portero Cristian con destino a Puente Genil, a once efectivos.
Actualmente, y según las declaraciones de Osuna, un profesional de la construcción de Moriles, ahora jubilado, tampoco se asegura con certeza el cumplimiento de la imprescindible y modesta reivindicación de Falete. Con todo ello, el Lucena, desde la penúltima posición de la tabla y con el portero juvenil Gonzalo Prieto como titular, se mide con el Coria de Mariano Suárez –decimotercer clasificado en la tabla- en la clausura de la primera vuelta. El colegiado almeriense Alejandro Gil Sergio arbitrará un choque que se contempla como el fin de una época. Los jugadores y el cuerpo técnico lucentinistas se habían marcado la conclusión de la ronda inicial como la fecha definitiva para una resistencia inaguantable. La artera ilusión se desvaneció velozmente y el porvenir de la entidad sigue vacío de evidencias y soluciones.
Otro duelo directo para el Ciudad de Lucena en Pedrera
Al otro lado, y en el grupo II de Primera Andaluza, el Ciudad de Lucena se desplaza a Pedrera (Domingo, 17:00 horas; Municipal de Pedrera) en un envite determinante en el propósito de introducirse, como mínimo, en las siete primeras plazas.
Invictos en su feudo, los de Juan Francisco Sánchez han conseguido como locales cinco triunfos y dos empates. La escuadra sevillana compartió, en el inicio de la liga, el liderato con el Atlético Espeleño y elementos como Miguel Reina, Vallejo e Isco sobresalen del resto.
En el bloque de Juanlu Bernal, Martín Belfortti regresa al superar una sanción y el portero Miguel Díaz es duda por unos dolores en la rodilla. El carrilero Erik continúa en Colombia y tanto la directiva como la plantilla consideran decisivo y obligado un éxito en la decimosexta jornada de la competición del grupo 2 de Primera Andaluza. El trencilla andaluz José Álvarez Rodríguez aplicará las normas en un encuentro en el que los celestes se presentan después de detener con la derrota frente al Pozoblanco un parcial de siete citas sin postrarse ante diferentes adversarios, con cinco victorias incluidas.
El Lucena Futsal persigue romper sus propios pronósticos
Desde la tercera plaza y con 19 puntos, el Lucena Futsal recibe al Peligros FS (Sábado, 18:30 horas; Pabellón Polideportivo de Lucena) con la ambición de mantener su posición de privilegio en el final del año 2015.
Los de Antonio García, en una cita catalogada como histórica, ejercen de anfitriones en un choque entre dos concurrentes al alza. El Peligros, con tres puntos menos en la clasificación del grupo V de Segunda División B, exhibirá experiencia, poder ofensivo, capacidad física y una conducta vertical. Juanru y Koseky arrastran molestias físicas y el club presidido por Juan Antonio Guardeño solicita el respaldo de la hinchada en una convocatoria trascendental.