Inestabilidad es la palabra que mejor define en estos momentos la situación del Lucena CF, que este lunes arrancaba la pretemporada con un plantel formado por 25 jugadores que ya ha empezado a resquebrajarse. La desconfianza que genera en algunos sectores de la plantilla la experiencia del pasado ejercicio liguero bajo la dirección de Bouzón y Martí, marcada por los impagos y las promesas incumplidas, esta haciendo que algunos de los puntales del equipo no quiten ojo a otras ofertas más "seguras". Así, en las últimas horas ha causado baja el Lolo Armario, que tan solo ha entrenado un día con el equipo y ayer recogió sus pertenencias y el propio club ha confirmado esta mañana la salida de otros dos buques insignia del equipo, Sergio Albiol, uno de los mejores de la pasada campaña, que ha encontrado un hueco en el Jumilla de Segunda B y Santacruz, que podría recalar en el "Ciudad de Lucena".
Además, sigue siendo una incógnita la situación de Joni Lomás –pese a que el club explica en su web que habría descartado firmar por un equipo de la primera división boliviana para quedarse en el Lucena– y se apunta que pudieran producirse nuevas bajas. Según algunas fuentes, otros jugadores podrían estar valorando también dejar el equipo, posibilidad que ha desmentido rotundamente el club, en una inédita y amenazante rectificación a este medio a través de su web, que apunta a las voces de los dirigentes del equipo como únicos interlocutores válidos para conocer la situación del mismo.
La plantilla y el cuerpo técnico lucentinistas no son ajenos a los problemas de un club que contará con una menguada subvención municipal, y tendrá que competir para conseguir ingresos publicitarios y abonados con un "Ciudad de Lucena" que, pese a militar en una categoría inferior, está generando ilusión entre los aficionados y cuenta con una directiva formada en su mayor parte por quienes gestionaron las mejores temporadas del fútbol local en la división de bronce, y perfectos conocedores del tejido empresarial e institucional local.
A esta situación se suman las deficiencias con las que se abre la pretemporada, como la falta –por el momento– de parte del cuerpo técnico, como un segundo entrenador, preparador de porteros, utillero o fisoterapeuta, lo que podría hacer que incluso Juanlu Bernal, técnico del equipo, se replanteara su situación en los próximos días si no llegan soluciones urgentes y tranquilizadoras a la plantilla.
El primer partido frente al Antequera, en El Mauli, mañana viernes, será una primera piedra de toque para conocer la implicación de la plantilla con el proyecto.
