La rivalidad durante las horas previas se reprodujo en el campo, donde ambos conjuntos lo dieron todo. Dicha igualdad estuvo presente sobre todo en la primera mitad y tras el tanteo inicial. El Xerez DFC cogió las riendas del partido, pero el Ciudad de Lucena poco a poco se fue asentando en la parcela rival.
Josu Uribe planteó el partido perfecto. Presión alta a los costados y al pivote defensivo para que su rival no saliese de manera cómoda. Además, selló todos los espacios en la zona ancha para que los centrocampistas celestes no pudiesen filtrar ningún balón por dentro y se tuviesen que escorar hacia la banda donde no eran tan decisivos.
Las ocasiones se sucedieron para ambas escuadras, pero ninguna culminó con el cántico del gol. Este vino nada más acabar el descanso, cuando Marcelo chutó con toda su alma un balón muerto en la frontal del área. Este cogió altura con la ayuda de un defensa rival y se adentró en la escuadra custodiada por Javi Cuenca.
Esa fortuna se convirtió en desdicha a los pocos minutos. Una jugada embarullada en el área jerezana finalizó con el balón en los pies de Pablo Gallardo, quien solo tuvo que encontrar el hueco para mandar el esférico entre los tres palos. La euforia en la celebración dejaba clara la importancia de un empate para los celestes, ya que así podían pasar de ronda.
A partir de la igualada se produjo el monólogo, pero sin carcajada final, del Xerez Deportivo. Sobre todo a partir de la entrada de Casares, quien desmontó a una defensa celeste imperial durante todo el partido. Solo tuvo un error y fue desaprovechado por el mencionado futbolista al no ser capaz de dirigir el balón hacia portería en un mano a mano con el cancerbero.
Y cuando algo va mal, todo lo demás sale igual. Que se lo digan a Antonio Sánchez, que seguramente haya soñado con el linier, el cual le negó dos goles, uno en la primera y otro en la segunda parte, por fuera de juego. Cuestión de milímetros que finalmente decidió un encuentro aguerrido y que tuvo un denominador en común, el Xerez Deportivo.
Pero al final el fútbol y este tipo de partidos se deciden por detalles. Más bien por los dos goles de ventaja con los que acabó la liga el Ciudad de Lucena con respecto a su rival. Una diferencia que al final ha decidido un partido reñido y donde los aracelitanos no pudieron imponer su identidad. Lo intentarán de nuevo el próximo sábado a la misma hora ante un Betis Deportivo que destrozó al Utrera en su eliminatoria. Aún así, esto es fútbol, un deporte en el que durante 90 minutos puede pasar cualquier cosa.