No hay victoria sin sufrimiento. Esto es lo que se sacó en clave en el Estadio Ciudad de Lucena tras escuchar el pitido final. Y probablemente tampoco se hubiese conseguido si la afición local no hubiese arengado a su equipo en la llegada al estadio y durante el partido, como sucedió en la última victoria en casa. Todo estaba listo para divisar un partidazo: la mejor entrada en lo que llevamos de curso, una grada entregada a sus jugadores y, sobre todo, dos conjuntos sin el objetivo de la salvación cumplido a falta de tres jornadas para el terminar.
Sin embargo, la primera parte iba a decepcionar al respetable. El comienzo estuvo determinado por una presión intensa y abrumadora de los visitantes. Pasada ya esta fase, los celestes cogieron las riendas del partido pero sin intimidar.
Tanto la línea ofensiva adelantada del Cabecense como la imprecisión y previsibilidad en los pases del Ciudad no lograban crear peligro. Solo amenazaron el área rival cuando superaban la primera línea de presión y realizaban internadas por las bandas, pero sin materializarlas.
De esta forma, el ambiente en las gradas no rompió el hielo del luminoso en la primera parte. Ya en la segunda, los chicos de Diego Caro salieron con una marcha más y este reaccionó rápidamente agotando sus tres cambios antes del minuto 70.
Tanto Erik por banda como Víctor Díaz y Juan Guerra por medio encontraron las espaldas de los defensas. En una de estas Iván Casas, portero rojinegro, tuvo que mandar a córner un fuerte disparo de Dani Espejo. Este mismo se encargó de introducir el balón entre los tres palos tras el saque de Juanse y el despeje fallido del guardameta.
Una vez por encima en el marcador el partido se veía de otra forma. Falcón intentó emular la eficacia que tuvo su contrario con los cambios pero el Ciudad ya estaba desatado. Llegaron más ocasiones para aumentar la ventaja pero la imprecisión o el fallo en la toma de decisión no lo permitió.
Sin mostrar su mejor imagen el Ciudad de Lucena acabó llevándose la victoria. Un partido sin luces y con sombras, pero que sirve para escalar hasta mitad de tabla y colocarse a cinco puntos del descenso y con el gol average ganado al Cabecense, que se posiciona justo detrás suya a cinco puntos del descenso. Los tres puntos conseguidos hoy valen su peso en oro a falta de dos jornadas para finalizar un campeonato al rojo vivo, en el que al Ciudad que quedan dos compromisos muy exigentes, con dos de los cuatro primeros clasificados, el Algeciras a a domicilio y la Lebrijana en el partido con el que se cerrará la competición como local.