En la mañana lluviosa y fría del Domingo de Ramos, se medían las fuerzas dos rivales directos de la zona baja de la tabla. El Ciudad se presentaba con las bajas de Erik, Guerrero y Facu, que estuvieron presentes en la grada; en el otro bando, el cuadro sevillano visitaba Lucena con Selu como nuevo técnico, que volvía al banquillo donde empezó esta temporada.
El primer cuarto de hora fue un recital táctico de los panaderos. Con el plan trabajado de casa, establecieron un centro del campo pobladísimo que impidió a los chicos de Diego Caro implantar su juego. Incapaces de derribar la muralla rival, la impaciencia pudo con los jugadores y recibieron el primer gol en un contragolpe. Yeyo recogió un pase de Pedro en la frontal del área y desde ahí con una especie de vaselina batió por alto a Jorge.
Tras el tanto los visitantes empezaron a abrir algunos huecos, mínimos para crear peligro pero que consiguieron despertar a un Ciudad hasta ese momento irreconocible. Poco a poco empezaron a visitar el área rival con mayor peligro, y en una de estas Serrano impidió a Guerra levantarse para cabecear un balón por alto. El árbitro no tuvo dudas e indicó la pena máxima. Carmona confundió al portero y encajó el esférico por el lado contrario al que se tiró este.
Desde los vestuarios ya se veía la segunda mitad con otra cara. Superior en todas las facetas del campo, los celestes junto a su afición fueron creciendo en el partido. Para desatar la locura en el feudo lucentino tuvo que acudir uno de los mejores finalizadores de la categoría. Tras un palo de Juanse al rematar una falta lateral, el balón merodeó el área chica y ahí estaba Javi Henares con la caña lista para pescar su undécimo gol de la temporada.
La misión de los locales fue aguantar el resultado y copiaron la técnica que utilizó su rival al principio del partido: equipo bien ordenado, con las líneas juntas y sobrecargando el centro del campo. Pudieron ampliar su ventaja pero Isaac salvó un mano a mano ante Víctor Díaz y posteriormente el árbitro no vio el posible penalti al omnipresente Juanse.
Tras un descuento casi de infarto, el conjunto lucentino logró su novena victoria y un gran paso para alcanzar la deseada permanencia. En cambio, el Alcalá merma su posibilidad de salir a flote al situarse penúltimo.
