Una mensualidad este viernes y otra a mediados de enero. Un alcalde "preocupado por la situación" y que "ha hecho todo lo posible por ayudar dentro de lo que puede" y una junta gestora conocedora de "una situación difícil" y que ha garantizado "una implicación mayor" sosegaron y cargaron de certidumbre a la plantilla del Lucena el pasado lunes. Juan Pérez, una representación de la colectivo que gestionó la existencia de la entidad celeste durante los últimos años, Javier Martí Asensio, actual vicepresidente, y los futbolistas Sarmiento, Pepe Díaz, Santacruz y Sergio Torres mantuvieron una reunión en la casa consistorial un día después del regreso del equipo de Serafín Gil a los entrenamientos tras las vacaciones navideñas.
Según algunas de las personas que asistieron a la reunión, el regidor local se mostró cercano y alarmado por la coyuntura que atraviesa el club de su ciudad. Asimismo, algunos de los miembros de la gestora les transmitieron a los jugadores que progresivamente cobrarán sus emolumentos. "Nunca han dejado de aportar cosas, pero ahora van a estar mucho más cercanos", se afirma desde el vestuario.
Entre los puntos concretos que se abordaron destacó la subvención municipal. De forma opuesta a los planteamientos de Agustín Corrales, concejal de Deportes, quien afirmó que la aportación de la Administración local todavía no se ha aprobado y desarrollado, Juan Pérez les ratificó a los profesionales celestes que hay 60.000 euros asignados definitivamente al Lucena y que se fraccionarán en 4 o 5 transferencias. De ellas, el primer pago se realizaría a mediados de febrero.
No obstante, sí se advirtió de que el dinero destinado a la causa de la sociedad lucentinista solo se entregaría en el caso de que no existan deudas con organismos oficiales. La mayor preocupación apunta a la Seguridad Social. El Lucena está obligado a desembolsar mensualmente alrededor de 3.600 euros a este sistema de protección nacional en concepto de aplazamiento de una importante deuda. Además, y tal y como recoge el artículo 121 del reglamento general de la Real Federación Española de Fútbol, las plantillas de Segunda División han de incluir a 6 jugadores con licencias "P", lo que supone otro gasto cada 30 días de más de 3.000 euros. Con todo ello, la responsabilidad más apremiante e ineludible es la relativa al débito puesto que de incumplirse alguno de los pagos, desaparecería la moratoria y, al exigir la cantidad íntegra, podría suceder la liquidación del club. Por el momento, y con las jornadas de margen que se suelen establecer, el Lucena está satisfaciendo habitualmente sus acuerdos con la Seguridad Social.
Por otro lado, y en sintonía con el afán y el empeño de la junta gestora por que el Lucena recupere su compostura, también se han iniciado contactos con la Diputación Provincial de Córdoba con el fin de que determine alguna partida presupuestaria para la entidad. El ánimo en relación a esta posibilidad es optimista y la pretensión es que dicha contribución se utilice para abonar una nómina en la segunda quincena de enero.
Por lo tanto, y según las previsiones, el grupo de futbolistas del Lucena percibirían este viernes el dinero correspondiente a un mes y así se evitaría completar un trimestre sin cobrar. Los recursos provendrían de diversos ingresos emitidos por empresas que han contratado publicidad.
Aparte de los asuntos urgentes, la cotidianidad continúa siendo compleja por la carencia de haberes ordinarios. Los futbolistas de Serafín Gil, que se ejercitaron el martes en doble sesión y han descansado en Nochevieja y Año Nuevo, se desplazarán si no hay novedades en el sentido contrario- en sus coches a Marbella para disputar el domingo la última jornada de la primera vuelta de la competición.
"De momento estamos más tranquilos", comentan algunos de los componentes del plantel. Los más veteranos del bloque en su mayoría cordobeses- se han impuesto a sí mismos como meta irrenunciable conseguir la permanencia a pesar de las circunstancias desfavorables y, al parecer, se ha paralizado la salida de futbolistas.
MANUEL GONZÁLEZ
