Un gol de Marcelo en el minuto 62, en un ataque aislado, a balón parado, justo cuando más y mejor estaba jugando el equipo celeste frente al Sevilla C, ha sido suficiente para derrotar a un Ciudad de Lucena que, lejos de acercarse al liderato, sigue alejándose del objetivo tras su segunda derrota consecutiva como local y, nuevamente, frente a un equipo de la parte baja de la tabla.
La falta de gol volvió a condenar al equipo de nuestra ciudad, que incluso falló un penalti en el minuto 37, que habría sido vital para afrontar el resto del partido con un poco más de calma y con menos presión tras los últimos resultados adversos. Pero Juan Andrés no pudo batir al meta sevillano, que cuajó un buen partido y la ansiedad atenazó al Ciudad durante el resto del primer acto.
Tras el paso por vestuarios, los de Falete salieron con más fe y dispuestos a reflotar el partido y las buenas sensaciones. El empate pudo llegar en el minuto 57 tras un gran contrataque que Juan Andrés no pudo convertir en gol debido a otra gran parada del portero sevillano. También lo intentó a reglón seguido Ricky Wagner, pero su disparo se fue ligeramente alto. El dominio local era total, pero, como ya ocurrió hace siete días frente al Ayamonte, el gol volvió a ser en contra, para desesperación de los jugadores y de una afición que siguió apretando para intentar insuflar una moral que parecía debilitada.
Los cambios no supusieron el revulsivo necesario y el partido fue muriendo entre llegadas del Ciudad de Lucena bien resueltas por la zaga sevillana, que sin hacer nada especial, se llevó el botín de los tres puntos en juego, pese a la marcada superioridad local sobre el terreno de juego. Así, lo que podía haber sido una victoria para el empate con el Xerez –que solo pudo empatar en el derbi local con el Xerez Deportivo (1-1)– se convirtió en una dolorosa derrota que deja al equipo tocado y a tres puntos del liderato.
En la sala de prensa, Rafael Carrillo, señalaba que "el fútbol está siendo injusto con nosotros y llevamos dos partidos en los que el resultado es demasiado negativo para el esfuerzo que hace el equipo". Falete reconocía que las dos derrotas consecutivas en casa son un golpe duro, pero se mostraba confiado "en el trabajo a largo plazo", afirmando que el objetivo sigue siendo intentar ascender, "ya sea de forma directa o a través del play-off". Falete volvía a lamentarse de las numerosas bajas de estas últimas jornadas y señalaba que las emociones son difíciles de controlar en el campo, especialmente cuando se crean ocasiones, pero no se logra marcar.
Toca recuperar la moral del equipo y seguir confiando, más aún a la vista de la irregularidad de la marcha del líder, aunque por detrás el Pozoblanco viene lanzado y ya se coloca a solo un punto de los lucentinos. El próximo domingo el rival será el siempre complicado Gerena, situado en mitad de la tabla y sin grandes pretensiones para lo que resta de temporada, a diez puntos de los puestos de play off y casi la misma distancia del descenso, tras ganar hoy a domicilio al Ayamonte, verdugo de los lucentinos la pasada semana.