.
MANUEL GONZÁLEZ @m_gonzalezgcia
El vídeo del partido cuyos protagonistas fueron el Lucena y el Betis B no lo editará ningún periódico para venderlo a los coleccionistas de encuentros de fútbol imborrables. El Betis B olvidará prontamente el juego preciosista que realizaron algunos de sus centrocampistas, en especial Nono, y el sufrimiento al que sometió al Lucena sobre todo en el segundo período. El terraplén del descenso empieza a ser insalvable para el filial verdiblanco. El planteamiento risueño de Óscar Cano riñe con la Segunda División B. Y el Lucena tampoco introducirá este enfrentamiento en su archivo de choques más satisfactorios.
Estas consecuencias se empequeñecen ante el resultado. El undécimo gol de Fernando en el campeonato liguero marcó uno más en la Copa del Rey- devuelve al Lucena a un palco de primera clase. Los celestes han necesitado treinta jornadas para regresar a una posición que el año pasado se emparentó con la cotidianidad. El equipo de Rafael Carrillo, Falete, ha aceptado el desafío consistente en repetir la hazaña de la temporada pretérita y cuando debía responder a las expectativas, cumplió con el guion que le había sido adjudicado.
El Betis B dominó en varias fases del partido a su oponente. Incluso lo confinó en su propia área en ciertos momentos del segundo período. Al segundo equipo de Heliópolis le faltó contundencia en la zaga y al Lucena le bastó con un destello de su ariete Fernando. En el primer minuto de juego el portero del Betis B Antonio Ayala aireó sus carencias. Un centro de Fernando desde la banda lo sobrepasó por alto en una salida nefasta y Carlos Martínez amortiguó con su cabeza el esférico. Álex Quillo, en posición franca, finalizó sin vehemencia y puerilmente. El gaditano actuó como telonero de Fernando.
El 15 del Lucena fabricó un gol de nueve puro. Antes de que Germán lo asistiera desde el lado zurdo con exactitud, el delantero de Pilas ya estaba situado entre los dos centrales del Betis en el punto de penalti. El esférico lo rondó y el giró el cuello, respetando los tiempos, y envío el cuero a la izquierda de Antonio Ayala. Un gol que en la aduana de la fase de ascenso se permutó por tres puntos. Limones también aportó una parte de los requisitos.
El Lucena y el Betis B desempeñaron sendos papeles antitéticos. Los locales eligieron la verticalidad para visitar a Antonio Ayala. Dos o tres pases a lo sumo. Los visitantes se perdían en la excesiva maduración de las asociaciones. El Lucena expuso una seguridad defensiva vital para competir en la categoría de bronce. El colista del grupo acumulaba hombres en la retaguardia en un desorden muy pernicioso para sus intereses. El Lucena sabía que podía ganar el choque sin agasajar a sus adeptos con un proceder brillante. Los de Óscar Cano comprendieron desde que hicieron las maletas que debían alcanzar la perfección para puntuar en Lucena.
El Betis B siempre intentó construir el fútbol desde el inicio de las combinaciones. Al final de la primera parte, Nono y Aridai sumaron apariciones de los suyos en el territorio de Limones a base de pelota quieta. El Lucena finalizaba todos sus embates. Una galopada de Fernando, de nuevo por el carril derecho, donde Tejedor no cobró peaje, tambaleó el larguero de Antonio Ayala. Obregón quiso imitar a su compañero y cabeceó al palo una falta ejecutada por Fede. El balón en el cielo era un suplicio para el Betis B. La mano de Limones frenó una pelota magistralmente tocada por Nono cuando moría el primer tiempo.
Del partido se guardarán individualidades béticas y el bloque compacto del Lucena. Álvaro desbordó por la banda derecha del ataque bético. A los defensas celestes les costaba un mundo pararlo. El extremo verdiblanco se asemejó a una serpiente escurridiza. La distancia entre las líneas del Betis B a partir de que el Lucena le robaba el balón molestaba a la vista. En el haber de los visitantes, se apunta su esfuerzo y actitud hasta el pitido final. Aun con un futbolista menos por la expulsión de Manu Palancar, que ofreció su segunda amarilla a los suyos puesto que evitó un vis a vis entre Javilillo y Antonio Ayala.
La relajación y la suficiencia del Lucena en el segundo período superaron lo permitido y por esto padeció y sintió peligrar su triunfo ante un Betis B espumoso, con burbujas por arriba y oscuridad en el fondo. Antonio Ayala volvió a salvar otro tanto en un tiro en escorzo del inquieto Fernando. La felicidad celeste arrancó al parar el fútbol. El Lucena ya es cuarto y depende de sí mismo para acceder a la fase de ascenso. Quien lo diría hace unos meses.
FICHA TÉCNICA:
1.-LUCENA CF: Limones, Cruz, Curro Vacas, Obregón (Gavilán, min.62), Germán, Sarmiento, Jesús Lanza, Álex Quillo (Javilillo, min.58), Carlos Martínez (Alfaro, min.88), Fernando y Fede.
0.-REAL BETIS BALOMPIÉ B: Antonio Ayala, Manu Palancar, Borja Navarro, Tejedor, Varela, Nono, Fausto Tienza, Álvaro (Sergio Rodríguez, min.56), Eneko (Miguel Maza, min.77), Aridai y Alexander Alegría.
GOL: 0-1, min.3: Fernando.
ÁRBITRO: Usón Rosel, del colegio aragonés. Expulsó en el minuto 80 a Manu Palancar al mostrarle dos tarjetas amarillas. Además amonestó a los visitantes Borja Navarro, Tejedor, Alexander Alegría y Nono y a los locales Obregón, Fede, Jesús Lanza y Cruz.
INCIDENCIAS: Partido perteneciente a la jornada trigésima del grupo IV de Segunda División B, disputado en el estadio Ciudad de Lucena en presencia de unos 1.400 espectadores.
.
.
