Los andamios homologados son imprescindibles en todos los trabajos de altura

17 de Julio de 2020

Hay que tenerlo muy claro: subirse a un andamio sin las preceptivas medidas de seguridad equivale a jugarse la vida. Cada trabajador debe cumplir rigurosamente todos los reglamentos de seguridad laboral. Pero con esto no basta. La empresa y todos los empleados deben asegurarse de que el andamio que van a utilizar esté debidamente homologado. En caso contrario, no vale hacer la vista gorda. Mejor, no utilizarlo.

Los andamios homologados son imprescindibles en todos los trabajos de altura. En el sector de la construcción se utilizan diferentes modelos de andamios, en función del trabajo a realizar y de su estructura provisional, móvil o fija. Son elementos de trabajo absolutamente necesarios, pues son plataformas para que los trabajadores puedan alcanzar puntos de intervención en diferentes alturas de la obra que están realizando.

Los andamios proporcionan seguridad. Pero sólo los andamios que están debidamente homologados por los organismos supervisores oficiales, únicos capacitados para homologarlos.

¿En qué consiste la homologación de un andamio?

La homologación es una certificación que garantiza la calidad y la seguridad tanto de los andamios, que generalmente son de aluminio, como de todos aquellos que van a utilizarlos para desempeñar sus trabajos. Esta garantía se basa en el cumplimiento escrupuloso de la normativa de fabricación EN 12810 y EN 12811.

¿Cómo se examina un andamio para otorgarle la homologación?

La inspección de los andamios es exhaustiva. Hay que tener en cuenta que de la seguridad del andamio dependen vidas humanas y nada puede ser pasado por alto. Los estándares exigidos son muy rigurosos.

Los andamios deben de superar diferentes pruebas. Las principales consisten, fundamentalmente, en comprobar las escaleras de acceso a la estructura metálica; la estabilidad y la fiabilidad de las barandas de seguridad; el espacio que debe de haber entre los largueros; la resistencia de la plataforma y de las barandillas, su estabilidad y su soporte de carga.

Tipos de andamio: ¿todos se inspeccionan por igual?

No. Los tipos de andamio que requieren mayor cantidad de pruebas para lograr su certificación son los andamios de fachada o colgantes y los de torre con ruedas.

Para obtener una homologación, los andamios deben de superar una serie de pruebas de resistencia, deformación y soporte de carga, para garantizar que son estables, duraderos y seguros. Una vez realizadas estas pruebas, los organismos encargados emiten el certificado de homologación.

Esta homologación es la única garantía oficial de que el andamio en cuestión es fiable y puede ser utilizado con seguridad. La empresa que vaya a utilizarlo debe de exigir al proveedor (sea una compañía que alquila estas estructuras, o sea una comercializadora que las vende) los certificados de la homologación debidamente verificados. Además, en el caso de comprar unos andamios de segunda mano, el comprador tiene la obligación de verificar que dicha homologación está vigente, pues las certificaciones de homologación tienen fecha de caducidad.

¿Qué hacer cuando un andamio tiene su homologación caducada?

Muy sencillo: volver a homologarlo. La compañía que posee el andamio tiene la obligación de acudir a los organismos oficiales de homologación con una determinada periodicidad, para que la estructura metálica sea inspeccionada y sometida a tantas pruebas como sean necesarias una y otra vez a lo largo de su vida útil.

Las pruebas se repiten para verificar que el andamio todavía puede seguir siendo homologado, y por cuánto tiempo. Un andamio sin esta certificación es un andamio sin seguridad garantizada.

Más normas de homologación

Además de superar todas las pruebas de verificación contempladas en la normativa vigente, un andamio debe cumplir con todos los requisitos contemplados en el Real Decreto 1215, de 1997, "Disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo", contenido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de España.

Este Real Decreto fija las condiciones que el andamio debe de reunir en lo relativo a sus características; plan de montaje y desmontaje; certificación del personal que va a utilizarlo; su mantenimiento; su uso adecuado; su estabilidad y los momentos en que debe de ser inspeccionado.

Cumpliendo todas estas disposiciones legales, como mínimo, se puede decir que un andamio es suficientemente seguro y puede ser homologado.

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