Según el Libro Blanco de la Atención Temprana (2.000) , podemos referirnos a la atención temprana como "el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno que tienen como objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar"".
Es decir, se trata de la estimulación precoz que se da en la más tierna infancia a niños y niñas, los cuales presentan algún tipo de anomalía, que afecta a su desarrollo (del tipo que sea).
De hecho, está demostrado científicamente, que el ser humano en sus primeros años de vida goza de la mejor época para aprender. De ahí que, si el niño o niña presenta algún tipo de dificultad, es el mejor momento para corregirla o, en su defecto, poderla trabajar a tiempo.
Plasticidad cerebral
"Los niños son como esponjas", cuántas veces se habrá escuchado esa frase… ¡y qué verdad tiene! Durante los primeros años, el cerebro de las personas se está modelando, por tanto, la prevención y el aprendizaje -llevado adelante con la atención temprana- va a ser crucial.
Y es que en atención temprana se va a tratar a población infantil -como se venía explicando-, la cual quedará dividida en 3 grupos: niños con factores de riesgo biológico (grandes prematuros, bebés que han tenido sufrimiento fetal durante el parto o, por ejemplo, niños con problemas neurológicos); niños en situación de riesgo socioambiental (familias desfavorecidas, abandono de menores o drogadicción, entre otros) y, finalmente, niños con trastornos del desarrollo (los cuales pueden ser permanentes o transitorios).
De este modo, la atención temprana es tan importante. Porque una buena detección a tiempo puede ser decisiva para la persona.
Una atención global
Además del papel de las familias y la voluntad de los pequeños, en atención temprana hay una gran cantidad de profesionales: psicólogos, terapeutas ocupacionales, maestros de infantil, fisioterapeutas, trabajadores sociales, psicopedagogos…
En definitiva, multitud de profesionales interdisciplinares, pero cualificados. Porque una formación especializada en atención temprana es fundamental. La escuela de Euroinnova Formación ofrece eun máster en atención temprana, ideal para complementar estudios y obtener una mayor especialización en el tema.
Beneficios de la atención temprana
La atención temprana o estimulación temprana o estimulación precoz (así se le denominaba antes) beneficia mucho a los más pequeños. La atención temprana estimula, pero también compensa en todo tipo de habilidades cognitivas, motoras, sociales, emocionales…
- Fomenta la autonomía personal del niño o niña; por consiguiente, favorece su autoestima.
- Incrementa las relaciones sociales, ya que se trabajan las emociones o la adaptación al entorno (desde la acción de compartir, a la empatía; pasando por aprender a trabajar en equipo).
- Trabaja la psicomotricidad: tanto la motricidad fina (coordinación dedo-ojo) como la motricidad gruesa (acciones como saltar, bailar, correr…).
- Propician la creatividad, la imaginación, la memoria, la concentración…
- Ayuda en el lenguaje, en la articulación del habla; pero también en la adquisición de nuevas palabras o construcciones de frases.
De esta forma, impulsar la atención temprana es de lo más beneficioso. Un diagnóstico a tiempo es decisivo para el niño o niña para evitar complicaciones, a posteriori. Por lo tanto, unos profesionales formados en este ámbito son importantísimos durante este proceso.