Sufrir una cancelación o retraso en un vuelo ya de por sí puede ser estresante, pero cuando hay retrasos o cancelaciones y llevas a tus hijos contigo, la situación puede mutar de estrés a infierno en cuestión de segundos. Sabes que los pequeños tienen su propio ritmo y sus propias necesidades, y mantener la calma en medio de la incertidumbre puede parecer una misión imposible. Sin embargo, con un poco de planificación y siguiendo estos trucos, puedes hacer que la espera sea mucho más llevadera para todos.
Organiza una mochila con todo lo esencial
Preparar una mochila bien organizada antes de salir con artículos esenciales para los niños puede ayudar durante las largas horas de espera. Además de los juguetes y dispositivos electrónicos, asegúrate de incluir una muda de ropa, pañales si los necesitan, y aperitivos. Es fundamental prever cualquier necesidad básica, ya que puede ser complicado acceder a tiendas en el aeropuerto durante ciertos horarios o debido a la multitud. Pero, si no has sido previsor, no pasa nada: la mayoría de los aeropuertos cuentan con tiendas en las que adquirir todo lo necesario, y además en función del caso puede que la aerolínea responsable del retraso tenga que proporcionar parte de lo que necesitas, como comida, bebida, e incluso alojamiento si el vuelo se cancela o se aplaza al día siguiente.
Mantén una actitud tranquila y positiva
Uno de los principales retos cuando viajas con niños durante retrasos es gestionar tus propias emociones. Mantener la calma no solo te ayudará a ti, sino que también influirá en el comportamiento de tus hijos. Los más pequeños son extremadamente sensibles a las emociones de los adultos. De hecho, según estudios sobre psicología infantil, los niños suelen reflejar el estado de ánimo de sus padres, lo que hace que sea crucial mantener una actitud positiva y relajada.
Aunque los retrasos pueden parecer frustrantes, es esencial recordar que hay derechos que protegen a los pasajeros ante estas situaciones y empresas especializadas en luchar por esos derechos reflejados en el Reglamento (CE) 261/2004 de la Unión Europea. Este regula los derechos de los pasajeros y asegura compensaciones y asistencia para los viajeros afectados por retrasos y cancelaciones de vuelos.
Mantén a los niños entretenidos
El aburrimiento es el enemigo número uno de los niños durante las esperas prolongadas. Mientras más tiempo estén sin hacer nada, más difícil será mantenerlos tranquilos. En lugar de depender únicamente de dispositivos electrónicos, puedes optar por juegos interactivos que involucren el entorno del aeropuerto. Un paseo por las terminales, jugar al veo - veo o a las palmas o comprarles un libro puede ayudar a mantener la mente ocupada. Si estás en un aeropuerto grande, muchos de ellos ahora ofrecen áreas de juegos diseñadas para niños.
Alimenta bien a tus hijos
Es fundamental tener siempre a mano alimentos saludables para evitar el hambre, ya que puede empeorar la situación y hacer que los niños se sientan más irritables. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), llevar aperitivos adecuados durante el viaje es clave para mantener la energía de los niños y evitar cambios bruscos de humor que puedan complicar aún más la situación . Además, si el retraso se alarga, las aerolíneas, de acuerdo con las normativas europeas, están obligadas a proporcionar comidas y bebidas a los pasajeros en función del tiempo de espera.
Aprovecha la tecnología, pero con moderación
Las tablets y los móviles pueden ser grandes aliados durante las largas esperas en el aeropuerto, especialmente si llevas contigo películas, juegos o aplicaciones que mantengan a tus hijos entretenidos. Sin embargo, es importante dosificar su uso. Si bien pueden salvarte en momentos de crisis, no es recomendable depender solo de ellos. Después de todo, pasar demasiadas horas frente a una pantalla pueden cansar a los niños y hacer que se vuelvan más irritables, tal y como afirma un estudio realizado en 2022. Alterna momentos de entretenimiento tecnológico con otros juegos más dinámicos o creativos para que el tiempo de espera no se convierta en una maratón digital.
Descanso y comodidad: dos elementos claves
Por último, pero no menos importante, es fundamental que te asegures de que tus hijos estén lo más cómodos posible. Si el retraso se prolonga, no dudes en buscar una zona más tranquila donde puedan tumbarse o al menos descansar. Si tienes la posibilidad de acceder a una sala VIP o una zona más confortable, no lo dudes: el bienestar físico influye directamente en el estado de ánimo de los más pequeños. Además, un pequeño descanso, aunque sea sentado en una silla cómoda, puede marcar la diferencia entre un niño irritado y uno que está dispuesto a seguir adelante con la aventura. Seguir una rutina cercana a lo que harían en casa (con momentos de descanso, comidas regulares y algo de juego) también ayudará a que la espera sea menos caótica.
