Conseguir ser la sede de los Juegos Olímpicos supone garantizar que el nombre de tu ciudad sea recordado para siempre o, al menos, por varias generaciones. Por eso, el arte de pujar por los Juegos Olímpicos es cada vez más valorado y necesario, en especial, para los comités de los países que quieren transformar su infraestructura deportiva a la vez que posicionar su nombre en todo el mundo.
Pero, ¿qué implica todo este proceso? ¿Qué criterios se evalúan para que una ciudad sea seleccionada como sede de los Juegos Olímpicos?
Para empezar, el país debe presentar su candidatura al Comité Olímpico Internacional (COI) 9 años antes de la celebración del evento deportivo.
Esta candidatura también puede ser cancelada por el propio país, en caso de que no pueda cumplir con el proyecto y con las exigencias para llevar a cabo el evento.
En cuanto al proyecto, este debe tener como sede una ciudad, además de un marco ético, moral y de excelencia para que se pueda crear un ambiente cordial y de sinergia entre los anfitriones, deportistas, espectadores y el COI.
Por otro lado, contar con un buen presupuesto económico forma parte esencial del proceso de candidatura y selección.
Por la magnitud del evento se requiere tener (o construir) una infraestructura deportiva, logística, de seguridad y de transporte que sea muy completa, a la vez que eficiente.
Hay otro criterio de mucho peso… y es la Universalidad del Movimiento Olímpico. Esto quiere decir que los Juegos Olímpicos tienen como principio la variación de las sedes en las que se celebra este evento con la misión de que diversos lugares del mundo creen más y mejores espacios para la práctica del deporte.
Esta filosofía de trabajo ha llegado a extenderse con éxito por todos los pueblos y ciudades del mundo, cada vez más comprometidos con el deporte y con la necesidad de mantener óptimas infraestructuras deportivas para el disfrute de los ciudadanos.
Y no solo eso, los Juegos Olímpicos son un motivo de desarrollo para cualquier ciudad y país, también desde el punto de vista turístico, social, legislativo, de transporte y económico, por supuesto.
Y es que los Juegos Olímpicos son un evento de magnitud mundial que generan una enorme expectativa en torno a ellos. Su extraordinario seguimiento puede constatarse a través del aumento de las apuestas deportivas que las casas de apuestas como Codere online, ofrecen durante la competición, multiplicando las opciones de los aficionados.
Parece evidente que sobran las razones para pujar por ser anfitriones de este importante evento, aunque el proceso tenga unas exigencias altas y grandes competidores.
Sin embargo, no solo el aspecto económico es evaluado por el COI. También es muy considerada la sostenibilidad del proyecto tanto a nivel arquitectónico, natural, social, y de movilidad urbana.
Tokio, sede de los Juegos Olímpicos 2021, se ganó por segunda vez este honor por tener el mejor transporte público; casi un 50% de infraestructura deportiva ya construida, además de unas medidas muy estrictas en tema antidoping. Sumado a un presupuesto de 4.500 millones de dólares para seguir preparando su infraestructura.
No se puede olvidar que Madrid en el 2012 pujó para ganarse este puesto en las actuales olimpiadas 2021. Sin embargo, la crisis financiera del 2013 empañó su candidatura.
Este año inicia nuevamente la puja por ser la sede de los Juegos Olímpicos del 2032 y se espera que en 2025 (si la política lo permite, como dicen algunos miembros del COI) por fin se dé esta gran noticia para España que seguro hará brillar a la capital ibérica en todo el planeta.
