La actual situación social y económica derivada de la pandemia del coronavirus acelera el recorte y ajustes de los presupuestos. No sólo nos referimos a los institucionales o de empresas, sino a los que se manejan en las casas. Los ciudadanos buscan ahorrar unos euros en sus gastos comunes, como sucede con los contratos de los gastos comunes en las casas, por lo que utilizar un comparador luz y gas es un paso necesario que se da en todos los domicilios.
Ajustar en las facturas de luz y gas siempre es posible, bien revisando el contrato vigente con la compañía en cuestión o cambiando de proveedor de estos servicios. Un comparador siempre suele ser de una gran ayuda a la hora de ajustar los gastos. No obstante, antes de hacer este necesario y recomendable paso es un requerimiento indispensable pensar en cuáles son nuestras necesidades de luz y gas. Si necesitamos, por ejemplo, contratar unas determinadas condiciones de luz u otras en función de lo que hagamos en casa. Ahora, el teletrabajo igual ha aumentado nuestra demanda de estos servicios.
También debemos tener en cuenta que hay dos tipos de mercados, el regulado y el libre, con lo cual esto implica realizar un ejercicio intenso de búsqueda de los proveedores que nos ofrezcan las mejores condiciones posibles. Hay que considerar, además, que podemos contratar ambos servicios con distintas compañías o beneficiarnos de algún tipo de oferta que nos hagan de manera conjunta.
Aparte de la información que podamos recabar a través de comparador de luz y gas o de consultar directamente con las compañías de luz y gas, te ofrecemos algunos consejos básicos para ahorrarse unos euros en el resultado final de la factura. La mayoría de los consumidores tenemos más kilovatios contratados de los necesarios. Bajar este dato, nos ahorra unos euros. Otra forma es cambiarse de compañía, puesto que podemos beneficiarnos de alguna oferta de bienvenida. O ajustar nuestros consumos a los distintos planes de consumo que tiene nuestra compañía. Otra forma de ahorrar consiste en no dejar en stand-by los aparatos eléctricos que tenemos en nuestro domicilio.
Sencillo cambio de compañía
O descargarnos algunas aplicaciones en nuestro teléfono móvil que nos indican los precios de la luz en los diferentes tramos horarios del día. Por ejemplo, podemos poner el lavavajillas (cuando esté lleno) de madrugada, puesto que suele bajar el precio de la luz. Igualmente, podemos usar bombillas de bajo consumo. Eso también es un ahorro. Como también, tanto en verano como en invierno, subir o bajar de manera brusca la temperatura del aire acondicionado o de la calefacción. O ventilar con la calefacción o aire acondicionado en funcionamiento. Son pequeños hábitos con los que también podemos reducir el consumo de luz. E igualmente, en determinadas ocasiones, reemplazar el electrodoméstico, puesto que los más antiguos consumen más energía que los nuevos.
Por último, comentar que cambiar de compañía de luz y gas es relativamente sencillo. Aparte de las esperas telefónicas habituales o gestiones administrativas, el consumidor puede cambiar de proveedor según considere y no necesita aportar más documentación que sus documentos identificativos y contar con la última factura en vigor o el contrato, y el cambio se gestiona de manera ágil.