Como ya sabrás, el té es una de las bebidas más populares del mundo, en concreto la segunda más consumida después del agua. Verde, rojo, negro, blanco… existen muchas variedades, algunas más populares que otras, con propiedades únicas y muy recomendadas por ser un complemento ideal para nuestra salud y bienestar.
El té y todas sus variedades provienen de un arbusto, la Camellia sinensis, cultivado ya en más de 40 países. Cuenta con multitud de hojas que alcanzan gran altura y que se caracterizan por sus tonos verdes. A pesar de su tonalidad, las diferentes variedades tornan a otros colores debido a los diferentes grados de oxidación o fermentación a los que se ven sometidos.
Mientras que el té blanco y el verde son los que menos oxidación sufren, siendo perfectos antioxidantes para nuestro organismo, el rojo y el negro alcanzan una oxidación del 100%, resultando más intensos.
¿Qué variedad elijo? ¿Cuál es mejor?
Actualmente existen muchas tiendas de té donde ofrecen multitud de variedades y en alguna ocasión seguro que te ha costado decidirte preguntándote cuál es mejor. Realmente no existe una variedad mejor o peor que otra, todas las variedades de té presentan excelentes propiedades con distintas finalidades, solo debes identificar la tuya. Por ejemplo, mientras que el té rojo es popular por su poder diurético y acción quema grasas, el té negro es famoso por su capacidad para disminuir el nivel de colesterol en sangre.
Sea como sea, no tienes por qué tomar de forma regular una única especialidad de té por sus propiedades. Disfruta del sabor que más te guste y disfruta de sus efectos en tu organismo.
Ahora bien, quizás lo más complicado es encontrar tiendas de té artesanal y de calidad. A pesar de que todas las variedades, como hemos mencionado anteriormente, son buenas para nuestro metabolismo, si no han sido elaboradas con hojas de té de calidad, los resultados serán mucho menos efectivos. Encuentra tés óptimos atendiendo a los consejos que te damos a continuación.
Rasgos característicos de un buen té
No hace falta ser un experto en tés para saber cuándo es de baja o alta calidad, solo debemos estar atentos y tener en cuenta cuatro rasgos fundamentales: su apariencia, color, aroma y sabor.
Al observar las hojas de té todas han de tener un tamaño similar y que al tocarlas parezcan crujientes. Para comprobar su frescura debemos observar si existe pelaje blanco en la parte trasera de las hojas.
En cuanto al color, para identificar un té de calidad sus hojas secas deben tener un color homogéneo, y el color resultante en una infusión óptima ha de ser brillante. Aunque su claridad también nos puede guiar, esta depende de la intensidad de este, por lo que no siempre es fiable. Un té de mala calidad se observa a simple vista por presentar tonos opacos y apagados.
El aroma del té es inconfundible y es el factor más fácil de percibir ya que al abrir diferentes tés se aprecia cuáles impregnan nuestra sala y cuáles desaparecen al infusionarlos. A pesar de que cada variedad tiene un aroma único, más o menos intenso, saber si es de calidad o no es más que sencillo.
El sabor también es un rasgo determinante por ser muy fácil de reconocer. Aunque existen muchas marcas de té actualmente en el mercado por su gran popularidad, solo los tés artesanales y auténticos cuentan con un sabor duradero que permanece en nuestra boca y dejan un buen sabor. Los tés de baja calidad acaban resultando amargos.
Opta por tiendas de té reconocidas para conseguir un asesoramiento completo y un producto de calidad. Actualmente es Té Aromas de Al Andalus el distribuidor preferido de tés artesanales y de calidad por su excelente servicio y magníficos productos, donde su aroma y sabor hablan por sí solos.