En la era digital en la que vivimos, Internet se convierte en una herramienta indispensable para el día a día. Un medio digital el cual no solo permite comunicarnos mediante redes sociales o aplicaciones de mensajería, sino que además agiliza el trabajo y nos sumerge en un amplio abanico de posibilidades de entretenimiento.
La tecnología está tan presente en la vida cotidiana hasta el punto de que sus ventajas empiezan a convertir las ciudades en Smart Cities, pero existe un riesgo en su uso por parte de aplicaciones fraudulentas o errores de seguridad que pueden afectar a la privacidad de los datos personales, la seguridad de los dispositivos e incluso a las finanzas. Por ello, vamos a proporcionar algunos consejos para que aprendas a utilizar Internet de manera segura.
Utiliza contraseñas fuertes y únicas
Uno de los principales problemas de vulnerabilidad en Internet es utilizar contraseñas débiles o repetir la misma en múltiples cuentas. Ocurre cuando creamos contraseñas fáciles de recordar, aunque recuerda que las contraseñas son como las llaves de tu hogar digital, si son demasiado simples cualquiera podría entrar. No te preocupes, para crear contraseñas más seguras utiliza combinaciones de caracteres como mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Por ejemplo, en lugar de “123456” o “contraseña”, escoge algo como “C0ntr@s3ñ@2025!”.
Otro punto importante es evitar usar la misma contraseña para todas tus cuentas. Si alguna persona malintencionada obtiene acceso a una de ellas, podría acceder a todas tus plataformas. Del mismo modo, existen gestores de contraseña, como LassPass o KeePass, con los cuales gestionar todas las contraseñas de forma segura y almacenarlas de forma cifrada en tus propios dispositivos como móviles o PC.
Activa la autentificación en dos pasos
La autentificación en dos pasos, conocida de forma abreviada como 2FA, es una capa de seguridad añadida que protege tus cuentas incluso si alguien descubre la contraseña. El proceso consiste en verificar tu identidad con un método alternativo, con un código enviado al número de teléfono, recibiendo un correo electrónico o por medio de una aplicación de autentificación.
La doble autentificación es frecuente en servicios como Gmail o Facebook, también en aplicaciones bancarias. Recuerda, al activar el 2FA, además de la contraseña, necesitarás ingresar un código temporal que recibes en tu móvil o correo. Un método para complicar que alguien acceda a tu cuenta sin permiso.
Comprueba la seguridad de los sitios web
Al navegar por páginas web que requieran de información personal o financiera, asegúrate de que sea un sitio seguro. La forma más fácil es comprobar que utiliza el protocolo HTTPS, en lugar de HTTP, en la barra del navegador junto a la URL junto a un candado. Los navegadores modernos lanzan un mensaje de aviso automáticamente cuando no es seguro.
Navegar en sitios seguros cobra especial importancia si se va a realizar algún tipo de pago. Un ejemplo lo encontramos con los casinos online de España, los cuales utilizan también tecnología SLL, Secure Socket Layer, para cifrar las transacciones y proteger los datos de los usuarios. Además, los portales de juegos de azar disponen de certificados de entidades independientes que garantizan su seguridad.
Mantén tu software actualizado
Las actualizaciones de software, además de nuevas funciones, también corrigen vulnerabilidades de seguridad. Esto se aplica tanto en sistemas operativos de móviles o PC como aplicaciones y navegadores. Las vulnerabilidades pueden dar acceso a información sensible o al propio dispositivo.
Cuando Windows muestre una notificación para actualizar el sistema, no la ignores. Lo mismo ocurre con los teléfonos móviles, instala las actualizaciones de sistema para Android e iOS tan pronto como estén disponibles. Asimismo, es recomendable actualizar las aplicaciones del televisor debido a que cuentan cada vez con más funciones en línea.
Cuidado con correos electrónicos y mensajes sospechosos
El phishing es una técnica utilizada por los hackers para engañarte y obtener información confidencial, como contraseñas o datos bancarios. Estos ataques llegan en forma de correos o mensajes que parecen legítimos, pero en realidad son falsos.
Por ejemplo, podrías recibir un correo de tu banco pidiendo que actualices datos, o un mensaje de una empresa de reparto avisándote de un paquete sin entregar. Normalmente, estos avisos presentan un enlace falso que redirige a una página que parece auténtica para que introduzcas tu información. Para evitar problemas, nunca hagas clic en enlaces de este tipo ni descargues archivos adjuntos.
La seguridad a la hora de navegar por Internet es un tema a tener en cuenta. Siempre con precaución y usando el sentido común, la previsión es la mejor defensa en estos casos para que disfrutes de las redes sociales, accedas a tus aplicaciones cotidianas o utilices servicios online con mayor seguridad.