Tras los cultos en honor a Santa Marta del pasado mes de julio y el acto de veneración en honor de su titular mariana, este fin de semana la Cofradía del Valle volverá a sacar en procesión a la imagen que da nombre a su cofradía y a su barrio. De este modo, Lucena se prepara para un nuevo curso cofrade que comenzará con un otoño marcado por las efemérides de las cofradías de la Sangre y los Servitas.
LA PROCESIÓN
Este sábado, 7 de septiembre, tendrá lugar la procesión de Nuestra Señora del Valle. Esta salida supondrá el culmen de los cultos que la corporación celebra en honor de su titular mariana, que tendrán su cierre en la función principal que se celebrará en su templo el domingo 8 de septiembre a las 12 horas. La salida desde la Parroquia de la Sagrada Familia está prevista a las 20.30 horas, y la imagen procesionará siguiendo el siguiente itinerario: Calzadilla del Valle, Paseo de Rojas, Federico García Lorca, Miguel Cruz Cuenca, Baena, Plaza Prudencio Uzar, Cofrade Manuel Ramírez, Corazón de Jesús, Tras Corazón de Jesús, Alhaken I, Alhambra, Calzadilla del Valle y entrada en su parroquia.
Jaime Verdú Martín ha sido el manijero encargado de confeccionar la joven cuadrilla de 26 santeros que lucirán como es costumbre, túnica blanca y capirote azul celeste. La Virgen procesiona sobre unas andas de madera en tonos caoba sobre terciopelo azul, cobrando protagonismo en el conjunto la cartela central que preside la delantera de la canastilla con el anagrama de María.
LAS RAÍCES DE LA COFRADÍA
Las raíces de esta hermandad se hunden en el siglo XVI. Cuenta la tradición que Fernando Alonso, miembro de la familia Valle, erigió la ermita bajo esta advocación con anterioridad a 1537. Unas décadas más tarde, se conoce la existencia de la Cofradía de Nuestra Señora del Valle, anterior en este caso al año 1575, gracias a las actas de la Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza, que provisionalmente ocupó la iglesia mencionada. Pocas noticias hay al respecto de la cofradía en estos años. Sí que se conoce que la ermita se empleó como hospital durante las epidemias de peste de 1679 y 1680, así como que en la década de 1690 se llevaron a cabo obras en la misma, ampliándose esta y reformándose el camarín de la Virgen. En los primeros años del siglo XVIII, la cofradía gozó de un nuevo impulso con la llegada al templo de los frailes franciscanos alcantarinos, quienes ampliaron la iglesia y construyeron el coro, así como el Convento de San Bernardino de Sena, anejo a la misma. Fruto de esta situación favorable, la cofradía aprueba unos nuevos estatutos en 1727 y concreta con Juan Abundo de Burgos, unas décadas más tarde, en 1760, la hechura del actual retablo mayor, que sería dorado en 1776. En el siglo XIX, la corporación quedó sumida en un letargo, resistiendo la celebración anual de una solemne novena a la Virgen del Valle gracias al asilo de niñas huérfanas regido por las Siervas de María y posteriormente a un asilo de ancianos establecido por Francisco de Paula Cortés y a la Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que abandonó la plaza en 1977.
LA COFRADÍA ACTUAL
Fue en 1981 cuando un grupo de vecinos devotos encabezados por Vicente Espejo Prieto refundó la cofradía, junto al apoyo del párroco Jerónimo Durán Barrera, el director de la residencia de ancianos aneja a la ermita, Prudencio Uzar Cabrera y el de Juan Antonio Parejo Pineda. Ese mismo año, la Virgen del Valle volvió a salir en procesión el fin de semana de la Feria Real de Lucena, y al año siguiente se adquirió un trono para la imagen y se redactaron los estatutos de la cofradía, que no llegaron a presentarse al Obispado de Córdoba.
Actualmente, preside la cofradía como hermano mayor José Antonio Bermúdez Criado, y cabe destacar la labor de su junta de gobierno así como de la anterior, presidida por Rubén Guerrero Cabrera, quienes apostaron por un giro estético en la procesión de la Virgen, acompañada ahora por una banda de música tras el paso y con la adición de nuevos enseres tales como una ráfaga plateada de resplandores que rodea a la titular, o pequeños faroles que completan la iluminación del trono. Además, el restaurador local José Daniel Henares Paredes restauró las imágenes de Santa Marta y de la Virgen en los años 2016 y 2020 respectivamente.
BIBLIOGAFÍA: LÓPEZ SALAMANCA, F. Notas para la historia de las cofradías lucentinas, Lucena, 2022, pp. 89-94.
