Tras las emociones del Viernes Santo el llanete de la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno se volvía a llenar de público por la tarde con motivo de la salida de la Procesión Oficial del Santo Entierro. Al cortejo de la mañana, ausente la imagen del Señor de las Espigas, se incorpora la Santa Cruz del Nazareno, obra del platero cordobés Castillo y Costi en 1893, que sustituye a la Santa Mujer Verónica en su mismo trono, pero ahora el protagonista es el paso procesional de la urna del Santo Entierro, de estilo rococó, de madera tallada y dorada es obra del lucentino Pedro de Mena Gutiérrez del año 1769. La imagen del Cristo Yacente, de tamaño académico, es obra del marsellés Juan Miguel Verdiguier en el siglo XVII. Este año ha sido su manijero Rafael Sabán Gutiérrez.