Llegamos hoy al final de esta serie de entrevistas previas a las Fiestas Aracelitanas con la Aracelitana Mayor 2024, María Eugenia Jiménez, a pocas horas ya del acto en el que será proclamada oficialmente a los pies de María Santísima de Araceli junto a las componentes de su corte, Lourdes María Crespillo Burgos, Ana Doblas Beato, Olga Egea Cuenca, María Isabel Jiménez Bermúdez, Marta López Arroyo y María Ranchal Doblas.
– ¿Quién es María Eugenia Jiménez?
– María Eugenia Jiménez Ramírez es una joven lucentina de 21 años, que estudia el tercer año en el grado de Estudios Ingleses en la Facultad de Filosofía y Letras de Málaga. Me describiría como una persona soñadora, empática, sensible y responsable, y entre todas mis pasiones destacaría pasar tiempo con mi familia y mis amigos más cercanos.
– ¿Cuándo comenzaste a soñar con formar parte de la Corte Aracelitana?
Desde muy pequeña siempre he tenido este sueño. Además, mi familia me ha alentado en esta devoción y este sentimiento que siento hacia Nuestra Madre. Aún recuerdo aquel momento en que mi madre me ataviaba con el traje de lucentina para llevarle flores a la Virgen, cuando acompañaba a mi padre a la función religiosa, o cuando iba con toda mi familia a acompañar a Nuestra Madre en su romería y cantar sus coplillas populares.
Para cualquier joven lucentina es un gran honor y un privilegio el formar parte de la Corte Aracelitana, poder estar mucho más cerca de ella y transmitir esa devoción y ese espíritu aracelitano
– ¿Cómo recibiste la noticia de que serías dama de la Virgen de Araceli?
– Mis padres me dieron esta noticia justamente el día 31 de diciembre y ese día se celebraba en el santuario la Misa de la Sagrada Familia. Fue un día muy bonito porque asistí con mis padres y mi hermano. Al finalizar la misa mis padres me dieron la noticia de que formaría parte de la Corte Aracelitana en el Camarín, ante la atenta mirada de Nuestra Madre. Para mí este día ha cobrado un significado especial, puesto que pude compartir esta noticia con todos mis familiares, con mis amigos más cercanos. Fue una forma muy bonita de empezar el año 2024.
– ¿Qué supone para una joven lucentina ser elegida para pasar a formar parte de la Corte Aracelitana?
– Para cualquier joven lucentina es un gran honor y un privilegio el formar parte de la Corte Aracelitana, poder estar mucho más cerca de ella y transmitir esa devoción y ese espíritu aracelitano que las damas sienten hacia Nuestra Madre. Bajo mi punto de vista, el de la Aracelitana Mayor es un papel de gran responsabilidad y compromiso. Considero que su función fundamental es la de velar por esa unión y esa conexión entre todas las damas y hacer posible porque se transmitan esos valores que nuestras familias nos han inculcado desde la fe, esta devoción, esta tradición, y hacerla llegar al pueblo de Lucena.
– ¿Cuál es el momento que más has disfrutado hasta la fecha?
– Bueno, pues el momento que más he disfrutado ha sido el de la Bajada. Además de ese emotivo relevo y la entrega de ramos con la corte saliente, fue maravilloso estar rodeada de mis compañeras, que son personas maravillosas; de nuestros familiares; acompañar a nuestra madre y, sobre todo, sentir ese júbilo y esa alegría con la que el pueblo de Lucena recibe a la Virgen de Araceli. Además, me quedaría con ese momento en el que nos adentramos en la calle Maquedano. Es increíble sentir a flor de piel, ese río humano de lucentinos cantando entre vítores las coplillas populares y esa lluvia de pétalos sobre el trono de Nuestra Madre. Para mí fue uno de los momentos más bonitos de la Bajada.
Todas las componentes de la Corte Aracelitana son personas maravillosas. Personas muy alegres, muy bien preparadas, educadas, con una gran devoción a Nuestra Madre.
– ¿Con qué palabras definirías a cada una de tus compañeras?
– Todas las componentes de la Corte Aracelitana son personas maravillosas. Personas muy alegres, muy bien preparadas, educadas, con una gran devoción a Nuestra Madre. De María destacaría su nobleza y su cariño. A Isabel la definiría como una niña encantadora y leal. De Olga resaltaría su serenidad y paz interior, de Marta destacaría su perseverancia y el esfuerzo y empeño que pone para conseguir sus metas. De Lourdes me quedo con su sencillez y con que es una chica muy respetuosa y educada. Y, por último, de Ana destacaría su entusiasmo y su expresividad.
– ¿Con qué momento del día de la Virgen te quedas?
– Bueno, destacaría por excelencia la procesión de Nuestra Madre. Creo que es el momento más emblemático, en el que la Virgen de Araceli está más cerca del pueblo y reparte todo ese amor a los devotos, incluso a los enfermos. Pero también me quedaría con la misa del Campo Andaluz por la solemnidad litúrgica que recoge y porque pienso que no debemos olvidar el sentido religioso de las fiestas y que también tiene un papel importante en prepararnos espiritualmente para tener una conexión mayor con Nuestra Madre.
