Antonio Beato Jiménez, miembro de la Venerable e Ilustre Archicofradía del Carmen, ha impugnado las elecciones que dicha hermandad celebró el pasado domingo y en las que resultó ganador, por un solo voto de diferencia, Antonio Cabrera Navarro. En su escrito, enumera una serie de infracciones de la normativa vigente en el procedimiento.
Este hermano de la corporación, integrado además en la candidatura de Manuel Franco Luque, aunque la reclamación la efectúa a título individual, expone que la rapidez con la que se efectúo la segunda votación –obligatoria puesto que ninguno de los dos aspirantes obtuvo la mayoría absoluta en la primera- impidió emitir su parecer a la mayoría de los hermanos de la asociación religiosa que sí lo habían hecho en la ronda inicial. Con relación a este punto, mantiene que, de acuerdo a los estatutos, hubiera sido oportuno realizar una nueva convocatoria entre los tres y siete días siguientes. Cabe recordar que en el primer recuento se contabilizaron 100 papeletas mientras que en el segundo únicamente se manifestaron 18 electores. Según la versión de Antonio Beato, justo después de las 14:00 horas, momento en que concluyó la primera votación, se cerraron las puertas de la sacristía y únicamente se concedió un margen de diez minutos.
Además, señala que el consiliario de la hermandad "no estuvo presente en ningún momento de la jornada". De este modo, ni presidió la mesa ni firmó el preceptivo acta, tal y como determina el estatuto marco de la Diócesis. Igualmente, entiende que el hermano mayor en funciones, Francisco Manuel Villalba Muñoz, debería haber rubricado el citado documento, requisito que tampoco se consumó al no poder acceder este al interior de la iglesia tras el segundo escrutinio.
En base a todo lo anterior, Antonio Beato, quien ha entregado copia del texto a la junta electoral, al consiliario, al presidente de la Agrupación de Cofradías y al vicario episcopal de la Campiña, solicita la estimación de la impugnación y la nulidad de las elecciones.
MANUEL GONZÁLEZ
