La Virgen de Araceli inició este jueves su periplo por los templos de Lucena con motivo del 75 Aniversario de su Coronación Canónica. A las 20:15 horas salía la Patrona de Lucena en el primero de los traslados previos a las Fiestas Aracelitanas, que llevaba a la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz desde San Mateo hasta la iglesia conventual de San Martín, de Madres Agustinas Recoletas, en un itinerario que transcurría por las feligresías de las parroquias de Santiago y El Carmen, viéndose rodeada la Virgen en todo momento por una multitud de fieles y devotos.
Tuvo la "Madre Dulce y Buena" como manijero de su cuadrilla de santeros a Antonio Rafael García Oliveros, siendo portada en el trono de estilo neogótico de 1896 realizado en los talleres madrileños de Plata Meneses, recientemente recuperado por la cofradía, y en el que la Virgen procesionó durante 50 años. Se han usado en el mismo las antiguas parihuelas del paso de palio de María Stma. del Mayor Dolor, de la Cofradía de la Sangre y un canasto, ligeramente adaptado, que es la base del antiguo dosel de culto, recuperándose todas las piezas de orfebrería y candelaria del desmontaje del mismo y el almacén de la Casa de la Virgen. En cuanto a los bordados del techo de palio blanco, han sido traspasados a una nueva tela y se han recuperado las bambalinas, guardadas también en la Casa de la Virgen, las cuales no se encontraban expuestas en el Museo, a diferencia de otros de palios que la Virgen lucia en este trono.
TERNO DEL PATRONATO
Para este primer traslado, la Virgen de Araceli vistió el histórico "terno del patronato", ofrenda del pueblo de Lucena en 1851 con motivo de su proclamación como Patrona de Lucena, de finísima y exquisita confección, en la que se combinan hilos de colores con el oro de sus grandes encajes en el perímetro del manto y en los registros de la saya, que se conjuga con las flores de talco prendidas en la falda. El cetro de plata, con flores de tela sobre él, armonizaba con las coronas de los esmaltes y el rostrillo, del mismo metal. La media luna completó la estampa de la Virgen que, en su atuendo, incluía los grandes puños de encaje y las perlas, en muñecas y pecho, herencia de la moda borbónica.
El desfile fue abierto por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humillación “Servitas” y discurrió por las calles La Villa, Flores de Negrón, Santiago, Parroquia de Santiago, para volver por calle Santiago a calle Ancha y pasar por la Capilla de las Filipenses, calle Hidalgo, Calle Santa Marta Baja, Párroco Joaquín Jiménez Muriel para pasar junto a la parroquia del Carmen y la Iglesia de San Juan de Dios, Palacios, Pedro Angulo, San Pedro, Plaza de San Agustín, entrando al Convento de las Madres Agustinas Recoletas, donde permanecerá hasta el domingo.
GRAN RECIBIMIENTO EN SANTIAGO
Tras el difícil trayecto por las estrecheces de la calle Flores, la Virgen llegaba a un llanete de Santiago totalmente repleto de público, con especial presencia de niños, que recibieron a la Patrona de Lucena con carteles de bienvenida y cánticos aracelitanos. Las cofradías, formadas a los lados de la puerta con sus insignias, acompañaban al párroco en su salutación a María Stma. de Araceli, desde el altar colocado a la entrada del templo, sumándose desde este punto a la comitiva, que tomaba el camino de vuelta a la calle Ancha para visitar la capilla de las Filipenses, sede de la hermandad Sacramental del Sagrado Encuentro, donde la imagen del Señor de la Bondad saludó el paso de la Patrona de Lucena desde las puertas.
Tras el complicado paso por la calle Hidalgo, la Virgen de Araceli alcanzaba El Carmen, donde la aguardaba una comitiva formada por las cofradías de la Parroquia y el Consejo Parroquial junto al azulejo de la Virgen del Carmen.
A su llegada a la iglesia conventual agustina, la Virgen fue recibida con la Salve Solemne. Allí permanecerá María Stma. de Araceli hasta el domingo, 23 de abril, a las 10:30, cuando se iniciará el segundo traslado.
El horario de apertura será de la iglesia, será de 08:00 a 13:30 horas y de 18:00 a 21:00 horas.