Tercer y último de los traslados programados por la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli con motivo del LXXV Aniversario de su Coronación. La Patrona de Lucena dejaba el templo franciscano a las 21:00 horas, tras la celebración de la Santa Misa, concluyendo de esta forma cinco días de estancia en el convento de la Madre de Dios, donde ha recibido diariamente la visita de centenares de fieles y devotos
La cuadrilla de santeros, conformada por hermanos de la Real Archicofradía mayores de 40 años que no habían tenido hasta ahora la oportunidad de salir bajo su trono, siguió las órdenes de su manijero, Francisco Joaquín Parejo Díaz.
Para el último traslado, la patrona de Lucena se presentaba ataviada con la saya azul celeste brocada en hilo de plata, con encajes y flecos del mismo material, estrenada en 1905. A juego con la saya, la Virgen llevó en esta ocasión manto de terciopelo jalonado de estrellas de plata, evocando el conjunto a la iconografía inmaculista, tan difundida entre la orden franciscana. El trono neogótico se vistió con las bambalinas azules de 1904, que recogieron miles de pétalos de flores desde los balcones de todo el recoorido, que discurrió por las calles San Francisco, Arévalo, Manchados, Antón Gómez y de nuevo San Francisco, para posteriormente, dirigirse por los Maristas hasta la calle Alcaide, entrando en la Plaza Nueva por la Cuesta del Reloj hasta su llegada a la Parroquia de San Mateo en torno a las 12 de la noche, tras otra noche de intensa devoción aracelitana y fandangos a pie de trono.
Todo listo ya para la celebración este sábado del acto central de este 75 Aniversario, la función extraordinadia que se celebrará mañana en la Plaza Nueva, de la que les hablaremos a lo largo de esta jornada.