Una Semana Santa en septiembre. Esa es la opción que publicaba este viernes la Congregación para el Culto Divino del Vaticano mediante un decreto para la Iglesia Católica universal en relación a la liturgia de las celebraciones propias de la Semana Santa que se van a seguir realizando en algunos templos, aunque sea a puerta cerrada y retransmitidas por televisión y por las redes sociales. Y es que al final de este decreto, se apunta que "las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del obispo diocesano, podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre".
El día 14 de septiembre la Iglesia celebra la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, y el día 15, los Dolores Gloriosos de la Virgen María, de ahí que estas hayan sido las fechas sugeridas por el Vaticano. No obstante, está por ver si finalmente este decreto es aplicado o no por cada diócesis y en qué medida.
Según publica hoy el diario provincial ABC el Obispado de Córdoba ha acogido "favorablemente" las directrices del Vaticano, y "estudiará el modo de aplicarlas al caso particular" de la diócesis.
¿Y como encajaría esa opción en Lucena? Pues es difícil de saber como sería acogida esa posibilidad por las cofradías locales, más aún teniendo en cuenta la peculiaridad de la santería y el debate suscitado en torno a si los manijeros designados para la Semana Santa de este año deben tener la opción de volver a serlo en 2021, cuestión sobre la que ya se ha manifestado la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, optando por solicitar al Obispado la prórroga de un año para las elecciones y la renovación de cuadrillerías.
Si la opción planteada ayer por la Congregación para el Culto Divino del Vaticano contase finalmente con el beneplácito del Obispado, Lucena encendería el alumbrado de su Feria Real del Valle en la noche del miércoles 9 de septiembre, para dar rienda suelta a cuatro días de feria, hasta el domingo 13, y un día más tarde, cambiaría el bullicio del ferial por el de las calles del centro urbano para asistir a una suerte de doble magna procesional con las cofradías pasionistas durante los días 4 y 15.
Sería un celebración histórica por lo absolutamente inusual de la misma. La posibilidad de ver los pasos procesionales en septiembre es tan inédita como la decisión de suspender la salida de las cofradías por culpa del coronavirus. A ello se suma que todo apunta a que en este año extraño también será atípica la celebración de las Fiestas Aracelitanas, que vista la evolución del coronavirus, parecen abocadas a su aplazamiento a unas fechas más propicias.