La Iglesia Madre de Dios del convento de RR.PP. Franciscanos, ha sido escenario este último domingo de Cuaresma de una fecha para la historia de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Resucitado y María Santísima de los Ángeles con la presentación de la nueva imagen titular del Señor, obra del escultor lucentino Francisco Javier López del Espino.
El acto, que marca un antes y un después en la historia de esta cofradía, fundada en 1983, fue presentado por Manuel González y contó con las intervenciones del Hermano Mayor, Francisco Peñalver Moscoso, y del propio autor de la imagen, cuyo boceto fue presentado el 19 de enero del año 2024. También estuvieron presentes autoridades civiles y religiosas, entre ellas el alcalde de la ciudad, Aurelio Fernández, y la diputada provincial Irene Aguilera, así como representantes de otras hermandades y cuadrillas de santeros.
Según Francisco Peñalver, la nueva imagen, símbolo del triunfo de la vida, del amor y de la misericordia, responde a un ambicioso proyecto concebido desde hace años, con el objetivo de reforzar la presencia de la Resurrección en la Semana Santa lucentina. “Queremos lograr una identificación plena con la encarnación del triunfo de la vida eterna y reforzar una conexión palpable entre esta imagen y el pueblo de Lucena", señaló Peñalver, que afirmó que "la maestría y las manos prodigiosas de mi fiel amigo, Francisco Javier López del Espino, han cincelado una representación soberbia de la Resurrección y solo podemos transmitir palabras y mensajes de júbilo y máxima satisfacción por el resultado definitivo".
La imagen, que fue bendecida oficialmente durante la Eucaristía, destaca por su imponente presencia y cuidada ejecución artística. Representa a un Cristo glorioso, marcado aún por los signos de la Pasión, pero revestido de luz y esperanza, con una mano extendida hacia el pueblo, símbolo de caridad y cercanía. “Representar al Cristo Resucitado, el triunfo de la vida tras la muerte, era un proyecto realmente difícil”, confesó López del Espino, para quien "la concepción mental y creativa de una escultura de Cristo Resucitado, es susceptible de poder añadir o quitar muchísimas cosas. Yo quería que se pudieran ver pequeños signos de los latigazos que sufrió y como, aun así, viene revestido de Dios, de oro, al pueblo de Lucena para acompañar a su bendita madre".
El escultor evocó con emoción sus inicios, recordando la presentación de la Virgen de los Ángeles en 2001, obra de Francisco Romero Zafra, momento que confirmó en él el deseo de dedicarse a este arte sacro. “Desde aquel banco de iglesia, lleno de dibujos y sueños, hasta hoy, han pasado muchos años de aprendizaje y entrega”, dijo. "Quería que la mano, símbolo de la caridad, del amor y de la esperanza, estuviera hacia adelante para mostrar siempre un vínculo y una comunicación directa con el fiel que se acerca a rezarle. Y, por supuesto, teniendo en cuenta que la Virgen que acompaña es, para mi gusto, una de las mejores que hay en nuestra ciudad, el desempeño también era importante para estar a la altura de una imagen de tantísima belleza", apuntó el autor.
Tras la presentación, la cofradía franciscana de la Resurrección entregó su primera insignia de oro a la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli, patrona de Lucena, nombrada oficialmente madrina de la nueva imagen. La distinción fue recogida por Gregorio Espejo, hermano mayor de la cofradía aracelitana.
El próximo Domingo de Resurrección será la primera vez que esta imagen procesione por las calles de Lucena, precisamente como antesala a la llegada a la ciudad, en gozosa romería de Bajada, de la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz.