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Cientos de lucentinos se dieron cita durante la jornada del domingo en la Sierra de Aras para acompañar en su trayecto hasta la ciudad a la Patrona del Lucena y del Campo Andaluz.
La Romería tenía este año como preámbulo la misa conmemorativa del 450 Aniversario de la fundación de la cofradía, que se celebraba en la tarde del sábado. Desde primera hora de la mañana la sierra se fue poblando de lucentinos y lucentinas que a las 11:30 de la mañana ya llenaron ese pequeño tesoro barroco que es el Real Santuario de María Stma. de Araceli para asistir a la Misa de Romeros, cantada por el Coro de la Buena Gente.
A las tres de la tarde, en medio de una multitud de fieles aracelitanos, tenía lugar la salida de la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz de su santuario entre el ruido ensordecedor de los cohetes, para iniciar un año más, como desde hace cuatro siglos y medio, el camino de ida hasta la ciudad, rodeada en todo momento por sus devotos por la carretera de la sierra.
El honor de trasladar a la patrona de los lucentinos hasta San Mateo correspondió este año a la cuadrilla de santeros mandada por Francisco Javier Reyes. Como cada año, cientos de fieles tuvieron también la oportunidad de santear a su Virgen en el trayecto hasta la Primera Cruz, donde se cantaba la Salve, y posteriormente hasta muy cerca de la ciudad en una auténtica fiesta de devoción popular.
Hacia las siete de la tarde entraba la Virgen de Araceli en Lucena por la Puerta de la Mina, sumándose al cortejo la corporación municipal y la nueva Corte Aracelitana formada por Carolina Araceli Muñoz Ruz, como Aracelitana Mayor, y Ana María del Espino Egea, Inmaculada Toro Moreno y las hermanas Laura y Marta Ventura Espejo mientras que la corte saliente esperaba a la Reina del Campo Andaluz en los balcones de la Casa de la Virgen.
Espectacular el recibimiento de los lucentinos a su Patrona por las calles de la ciudad, bajo en un manto de pétalos lanzados desde los balcones, entre incesantes vivas y cantos aracelitanos hasta su llegada a una Plaza Nueva repleta de público y la posterior bienvenida a la parroquia de San Mateo por parte del Vicario Episcopal de la Campiña, Jesús Poyato, entre una auténtica marea humana deseosa de estar cerca de su Virgen, que incluso provocó la indisposición momentanea de una de las componentes de la Corte Aracelitana.
Con el canto de la Salve se iniciaba un nuevo ciclo aracelitano, en el que la Patrona de Lucena presidirá el altar mayor del templo, desde donde recibirá diariamente la visita de miles de lucentinos hasta la llegada de las Fiestas Aracelitanas.
Les dejamos una galería gráfica de la Romería, que completaremos durante la mañana con un amplio vídeo de esta procesión de Bajada.
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