Una mujer inquieta, reformadora y humilde. Así presentó Manuel Guerrero Cabrera a Santa Teresa de Jesús en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol. El pregonero, licenciado en Filología Hispánica, destacó que la fundadora de las Carmelitas Descalzas "tenía buena formación" y optó por un estilo sencillo y diáfano "para comunicar sus experiencias y su relación con Dios".
El periodista local Antonio Rafael García Oliveros introdujo "al padre y al poeta" asegurando que era capaz de situar en el epicentro de su escrito "la fe, la humildad y la oración que preside el espíritu teresiano". Recordó que Manuel Guerrero es profesor de Lengua y Literatura en el IES Aguilar y Eslava de Cabra. Asimismo, ejerce de director de actividades de la Cátedra Juan Valera y es miembro fundador de la Asociación Naufragio y miembro fundador de la misma.
García Oliveros dijo que su sucesor en el uso de la palabra experimentaba "temor e ilusión ante la paternidad, ante la llegada de una nueva vida" y remató su intervención afirmando que "el nombre de Malena sabe a tango y eso lo tiene muy en cuenta el poeta".
Manuel Guerrero, también componente de distintas cofradías de la localidad, aludió a la nómina de lecturas que forman parte de la base literaria y doctrinal de Santa Teresa como las Epístolas de San Jerónimo y la Subida al Monte Sion.
A lo largo de su exposición, subrayó la "total entrega a Dios" de la doctora de la Iglesia y la lección global que ofrece "porque el alma se llena de aliento con Él". Guerrero vinculó el éxtasis místico con los poemas de Santa Teresa y sostuvo que "su palabra sigue viva pues Cristo fue su libro".
En ningún caso, fue una mujer "despreocupada ni descuidada en su obra literaria y espiritual" y utilizó recursos como "la antítesis, los diálogos, las metáforas y las repeticiones" por lo que se deduce que es "letrada y conocedora de cómo la poesía es un vehículo "para comunicar el amor con Dios y las vivencias del alma".