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MANUEL GONZÁLEZ @m_gonzalezgcia
'Cofrade valiente, a cara descubierta, como Jesús, incluso en nuestros tiempos'. Esta osada afirmación de Magdalena Rueda, mientras sonaba en la guitarra de Román Carmona el Perdón del Miserere, fue una de las últimas frases que este sábado se escucharon en la Capilla de Nuestro Padre. Magdalena Rueda declamó una doble oración pregonada. A Jesús Nazareno y a su madre, María Santísima del Socorro. El público nazareno asimiló un pregón nacido de los sentimientos más intransferibles de una cofrade lucentina.
Los acordes de la marcha procesional Amargura, adaptados a la guitarra de Román Carmona, abrieron el acto. Luisfernando Palma Robles, cronista oficial de la ciudad de Lucena, presentó a Magdalena Rueda. En un denso preámbulo, se acordó del hermano mayor de la Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Eduardo Cortés, al que definió como un 'tenaz luchador'. Asimismo, justificó que es un 'justo y merecido premio' para el máximo responsable de la cofradía la reconstrucción de San Pedro Mártir. En cuanto a Magdalena Rueda, la comparó con María Magdalena, la mujer que encontró vació el Santo Sepulcro. Desveló que, a continuación, la pregonera narraría sus vivencias de niña y destacó que se trataba de la primera mujer que exaltó la Semana Santa de Lucena, en concreto en el año 2001. Palma Robles, concluyó asegurando que 'el Hombre de la cruz al hombro era el gran amigo de las mujeres'.
'Mientras alguien sufra como Jesús, será Viernes Santo' clamó la pregonera. También resaltó la importancia de la Virgen del Socorro, ya que, en palabras de Magdalena Rueda, 'ofreció a su hijo para elevar al cielo a la humanidad'. Esta administrativa y docente le dijo al Nazareno que 'es su roca y fortaleza, esperanza y seguridad'.
En los minutos iniciales de su proclama, advirtió de que entonaría un canto a la mañana del Viernes Santo. Se decantó por efectuar 'una catequesis impregnada por el sentir de Lucena' el último día de la Pasión de Jesucristo. Atravesó el período comprendido entre el inicio de la Cuaresma y el fin de la Semana Santa.
Mezcló poesía propia y una prosa sentimental y ardiente. Los hermanos de Jesús Nazareno, que todos los Viernes Santo alumbran a su Señor, aparecieron en su obra. 'Son tronos particulares que llevan a Jesús', dijo Magdalena Rueda. A modo de saeta pregonada, manifestó que 'los grandes sueños nunca mueren, nosotros, los cristianos, los alimentamos en la eucaristía'.
Calificó de 'profunda, misteriosa, pagana y cristiana' la forma de vivir, sentir y entender la Semana Santa que tiene Lucena. En el capítulo más íntimo de su pregón, reveló que Jesús y María son su modelo y esperanza, consuelo y amor. Antes de callar, y sin que todavía Jesús entrara en la Capilla en ese Viernes Santo retratado, expresó que 'Jesús murió por amor, para dar sentido a todas las muertes'.
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